Johnny Depp y la plusvalía
Esta semana se ha desvelado la lista de actores de Hollywood más y menos rentables. Johnny Depp es el menos provechoso. Por cada euro que se le paga, la cinta recauda 1,8
Escribía Thomas Hobbes en Leviatán: “El valor o el mérito de un hombre es, como en las demás cosas, su precio. Es decir, lo que se daría por el uso de su fuerza”. Esta semana se ha desvelado la lista de actores de Hollywood más y menos rentables. Johnny Depp es el menos provechoso. Por cada euro que se le paga, la cinta recauda 1,8. En cambio, Chris Evans resulta ser el tipo que hace que más dinero ganen sus películas: 181,80 dólares por cada uno que él se embolsa. Bajo los términos de Hobbes —cabe recordar que el filósofo inglés murió antes de que se estrenara la primera de Piratas del caribe—, Depp es un tipo de mucho valor. En cambio, si recordamos cómo definía Marx en El Capital el concepto fuerza de trabajo, que no era más que lo que se “añade constantemente al producto, sobre su propio valor, una plusvalía que es la encarnación del trabajo no retribuido”, Depp es un maldito fracaso. Marx jamás llegó a ver Dead man (ni a Albert Rivera, lo comido por lo servido).
Johnny cobra por antigüedad y por haber generado enormes plusvalías en el pasado. Esto queda claro si seguimos repasando la lista de los menos rentables. Está llena de señores maduros: Liam Neeson o Tom Cruise. La de los rentables, por su parte, es una suerte de selección femenina sub 21: Mila Kunis o Emma Stone. Hollywood se va al carajo. Ya no es una fábrica de sueños, sino una reproducción de pesadillas cotidianas. Señores mayores que sostienen un régimen, no por lo que aportan, sino gracias a los derechos que se les otorgan por lo que dieron. Johnny Depp nos dio El Turista.
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