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Despedida de un referente

Cuando Raf Simons dimitió en octubre como director creativo de Dior, la industria de la moda se echó las manos en la cabeza: se perdía así uno de los referentes del sector

Raf Simons saluda tras presentar una de sus colecciones de Dior para 2015.
Raf Simons saluda tras presentar una de sus colecciones de Dior para 2015. afp

Uno de los debates clásicos que rodean a la moda trata sobre su hipotética relación con las artes. Sea o no esta una disciplina artística, lo cierto es que muchos de sus protagonistas se formaron en este ámbito para después pasar al diseño de ropa. Uno de ellos es Raf Simons (Bélgica, 1968). El creador belga tuvo (y tiene) desde sus inicios dos pasiones: el diseño industrial, carrera que estudió, y el trabajo del diseñador Martin Margiela. Curiosamente, la dirección creativa de Margiela hoy la ocupa su antecesor en Dior, John Galliano.

Con 27 años creó su firma homónima, centrada en el sector masculino, una de esas marcas desconocidas para el público masivo, pero imprescindibles para los aficionados al sector. No se puede decir que Simons revolucionara, como su compatriota Hedi Slimane, los códigos de la ropa para hombre, pero sí contribuyó a la renovación que se produjo en el cambio de siglo jugando con los colores planos, los cortes geométricos y los juegos de siluetas en un ámbito, el del armario de ellos, que llevaba décadas sin salir del tradicional lenguaje de la sastrería. Por eso en 2005 Miuccia Prada lo fichó para encargarse de una de las marcas de su conglomerado, la alemana Jil Sander. Durante siete años, el belga convirtió a la enseña (con permiso de la francesa Céline) en el epítome de la moda sofisticada e inteligente. Hasta que llegó la noticia que sorprendió a medio mundo: en 2012, meses después de la polémica salida de Galliano, Dior fichaba a Simons.

¿Qué hacía un creador minimalista en una enseña caracterizada por la majestuosidad y el derroche? Adaptarla a los nuevos tiempos. Creó una alta costura tan minuciosa como funcional y, con ella, subió las ventas de Dior un 16%. Adecuó los archivos de la casa a su visión, conservando lo mejor de los años cincuenta e impulsándola al siglo XXI. Por eso, cuando Simons anunció en octubre que dimitía de su puesto el sector de la moda se llevó las manos a la cabeza: perdía a uno de sus referentes, a su apuesta para afrontar tiempos tan convulsos en materia de consumo como difíciles en lo que respecta a las tendencias. No es de extrañar que haya sido el diseñador más buscado en Google en 2015.

El futuro de Dior

L.G.

Rumores desatados. Pese a la rumorología tras cada salida y entrada de un diseñador en una gran casa de la moda, Dior prefiere tomarse las cosas con calma. Por el momento, y tras las buenas críticas que lograron con Raf Simons, las colecciones de alta costura (enero) y prêt-à-porter (marzo) estarán firmadas por el conjunto de diseñadores y costureros de la casa francesa.

Adiós al estrés. Simons quiere centrar sus esfuerzos en su marca homónima. Como la mayoría de los diseñadores formados en Amberes, apuesta por los negocios medianos, trabajar a su manera y huir de la presión que conlleva un puesto de liderazgo en una gran firma.

Decisiones por delante. Hasta bien entrada la primavera, no se sabrá quién será el nuevo director creativo de Dior. La misma estrategia precedió a la entrada de Simons. Durante varios meses, Bill Gayten, mano derecha de Galliano, se encargó de firmar los nuevos diseños.

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