Elogio del copiar

Sois muchos, creadores del futuro, los que me preguntáis mentalmente cuál es mi secreto; cómo he conseguido llegar tan lejos con tan poco. La respuesta es bien sencilla: COPIANDO (a los buenos, claro). ¿Cómo si no pensabais que lo había logrado?

Os invito a que lo hagáis sin pudor, con determinación, cogiendo de aquí y de allá con desenvoltura. Si alguien se da cuenta, siempre podéis hablar de influencias o de homenajes. Desde aquí lo reivindico. En mi caso de Monty Python, Martes y Trece, Gila, Peter Sellers, Benny Hill, El Gran Wyoming… un primo mío que es un cachondo…

A la película Amanece que no es poco, por ejemplo, la he esquilmado sin asomo de sonrojo todo lo que he podido y más. En una ocasión que coincidí con José Luis Cuerda en un acto, ambos como embajadores de la feria de Albacete (¡qué bien nos quedaba la banda por cierto!), se lo reconocí: “¡Cuerda! Si te diera un euro por cada idea que he plagiado de tu película, podrías irte a cenar por ahí”.

“Pues dámelos —me decía sonriendo—, démelos”, bromeaba pero a la vez me apretaba el brazo.

No lo penséis mucho si lo que queréis son buenos resultados a corto plazo. Al éxito solo se llega por este camino recto, ancho y bien pavimentado. Porque, ¿de verdad creéis que podéis llegar lejos con ideas propias? ¿En serio pensáis que podéis tener buenas ocurrencias y que estas, además, no hayan sido ya paridas por alguien antes?

Sencillamente NO. Hacedme caso y copiad.

PD: Esta recomendación solo sirve si eres español.