_
_
_
_
Tentaciones

Gael García Bernal se transforma en chamán

El actor mexicano produce y protagoniza Ardor, un western espectral que se estrena en España este viernes

Luis Pablo Beauregard

Para hablar sobre la inmensidad de la jungla, Gael García Bernal elige una azotea. El mexicano se toma un café sentado en una banca en el techo de Canana, la productora que fundó en la Ciudad de México junto a Diego Luna y Pablo Cruz. Rodeado de vistas a los depósitos de agua de los edificios colindantes, uno de los actores más populares del cine iberoamericano habla de Ardor, que llega este viernes a las pantallas españolas. “Es una película bien rara”, sintetiza.

Once años después de haber encarnado a Ernesto Che Guevara en Diarios de motocicleta, Gael vuelve a la selva sudamericana. “La jungla es traicionera para el cine. Todo lo que haces al filmar no se puede transmitir porque la inmensidad es imposible de abarcar”, afirma. La historia dirigida por el argentino Pablo Fendrik relata la defensa de la tierra que un hombre y su hija (Alice Braga) sostienen frente a invasores con ayuda de un misterioso (y descamisado) chamán interpretado por García Bernal.

La película fue rodada en la provincia argentina de Misiones, en la mata atlántica formada en la frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil. Todos los días, el equipo de la producción caminaba 50 minutos para internarse en la selva. Se dejaban devorar por los frondosos árboles y la tupida vegetación de apariencia inofensiva. “A veces tenía el aspecto de un jardín benévolo. La jungla no muestra esa vida que mata”.

La interacción con un entorno tan vasto dejó al actor un aprendizaje. “No es un lugar para el ser humano”. Gael, que suele aprenderse datos geográfiocs y absorber curiosidades etnográficas de los rodajes, explica que los guaraníes, el pueblo originario de esa región, vivían fuera de la jungla hasta que llegaron los conquistadores y jesuitas. “Fueron ellos quienes los empujaron hacia adentro”.

La zona es producto de una mezcla que provee a Ardor de un gran escenario. A pesar de ser territorio argentino, la cultura imperante es la brasileña. Se habla guaraní, portugués y alemán porque allí llegaron colonizadores germanos. Es uno de los pocos lugares poblados por rubios selváticos. Y son precisamente esos hombres blancos los antagonistas de este western sudamericano con machetes, jaguares y medicina alternativa.

Para Gael, Ardor recuerda a Pale Rider, dirigida por Clint Eastwood. Aquella película de 1985 retomaba elementos de los spaghetti western de Sergio Leone y de Shane, un western clásico de la década de los cincuenta. El jinete pálido cuenta la historia de un predicador que defiende a mineros de la fiebre del oro que son maltratados y víctimas de abusos de parte del dueño de las tierras.

A Gael le sientan bien papeles como el que hace en Ardor (de héroe contra el maligno desarrollo). Dice que en este tipo de películas es donde tiene “más alas para volar”. Pero no le bastan los guiones con crítica social para que se sume a un proyecto. "Si no van de la mano con una buena narrativa suelen ser un plomazo, o caer en la propaganda". En el caldo debe haber algo más. “No tiene que ser la historia, puede ser la atmósfera o algo que lo haga más interesante".

Gael está siendo seducido cada vez más, como audiencia y como protagonista, por la televisión. “Ese mundo raro”, como lo llama, donde los formatos cortos están cambiando la forma de contar historias. “Somos más benevolentes con las series. Las dejamos ser, mientras que al cine siempre le exigimos más”. El actor ya ha explorado con suerte la edad dorada de la televisión. Es protagonista de Mozart in the Jungle, la serie que Paul Weitz, Roman Coppola y Jason Shwartzman crearon para Amazon sobre un joven director de orquesta que desea desentumecer el ambiente de la música de cámara.

En el futuro, Gael no descarta desarrollar algo para la televisión. Quiere aprovechar el lenguaje de la pantalla pequeña para entretejer historias de varios personajes “como en The Wire”. Dice estar trabajando en un proyecto sobre los herederos en América Latina. No especifica si es un trabajo de ficción o documental, pero a lo largo de la entrevista vuelve una y otra vez a la idea. “¿Qué representa tener dinero en un país como México, donde las grandes fortunas son cada vez más visibles y más ridículas?” El actor quiere aportar elementos al debate de la desigualdad en uno de los continentes más desiguales del mundo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_