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Blogs / Gastro
Gastronotas de Capel
Por José Carlos Capel

¿Qué música nos comemos?

José Carlos Capel

Si los hermanos Roca no estuvieran detrás de este proyecto habría pensado que se trataba de una extravagancia absurda. A partir del próximo mes de febrero, sin embargo, uno de los postres de Jordi Roca en El Celler de Can Roca sonará con la ayuda de un gramófono equiparable a los que se utilizaban antaño para reproducir los discos de vinilo, plataforma giratoria que en lugar de una aguja dispone de un sensor capaz de convertir los colores en sonidos.

Por curioso que resulte, el soporte conceptual de esta aventura surrealista es un artista británico ajeno a la cocina, joven extrovertido, gran comunicador, que interviene en convocatorias TED y en festivales de ciencia de medio mundo. El mismo al que Juan José Millás entrevistó para El País en 2012.

Neil Harbisson nació en Londres (1982) de padre irlandés y madre catalano-alemana. Creció en Mataró, donde estudió piano y bellas artes, conocimientos que amplió en Dartintong College of Arts (Inglaterra) y reforzó con los de fotografía digital en el New York Institute of Photography. Reside en Nueva York y padece una ceguera parcial que le impide percibir los colores (acromatopsia). Tan solo detecta escalas de grises entre el blanco y el negro. Para compensar su discapacidad, ideó un sistema que le ha cambiado la vida. Mediante una intervención quirúrgica desde 2004 tiene implantada en la nuca un dispositivo eyeborg— que le permite transformar los cromatismos de todos los objetos en frecuencias acústicas. En otras palabras, “escucha” los colores de los objetos, de las personas y de la comida. Su antena equivale a un tercer ojo que enfoca en la dirección de su mirada, cuyo sensor envía señales a un chip que trasforma los colores en sonidos. Aunque ha explicado su caso en numerosas ocasiones, nadie sabe lo que sucede dentro de su cerebro. De momento es la única persona en el mundo reconocida como cíborg , el mismo al que el gobierno británico ha autorizado a pasar los controles de los aeropuertos con este apéndice cibernético que forma parte de su cuerpo. Una antena que creó con la ayuda del científicoAdam Montandon y con la que “escucha”, incluso, los rayos infrarrojos y ultravioletas, invisibles a los humanos. El invento recibió el premio británico a la innovación (Submergeen Bristol 2004) y el premio europeo de Interface DesignEuroprix Multimedia Top Talent Award

Llevado de una actividad incansable ha creado la Fundación Cyborg para ayudar a experimentar formas distintas de percibir los colores. Harbisson afirma que no padece acromatopsia ni sinestesia (confusión de los sentidos) y define su caso como sonocromatismo. Para el tema en el que nos encontramos la terminología nos da absolutamente lo mismo.

Proyecto Harbisson-Roca. El primer postre musical de Jordi Roca-Harbisson está a punto de ver la luz después de un año de trabajos. En este caso el camino seguido por ambos ha sido el inverso. Han elegido un tema musical y con la ayuda de su antena Harbisson ha traducido las notas de la partitura a colores, hasta formar un caleidoscopio policromático. A partir de ahí interviene Jordi superponiendo porciones de comida sobre los mismos colores. El postre servido en un plato se colocará bajo el curioso gramófono dotado de la misma antena que Harbisson posee en la cabeza y al girar, en la sala de El Celler de Can Roca los comensales escucharán la composición antes de disfrutar del plato.

Ayer encontré a los Roca muy satisfechos con el proyecto. Al fin y al cabo no deja de ser un apéndice resumido de su famoso Somni. Una aportación divertida que armoniza alimentos naturales con tecnología del siglo XXI. De un modo u otro, un vehículo de nuevas experiencias donde confluyen sabores, sensaciones musicales, creatividad y magia.

Solo me queda una duda. Tengo entendido que Harbisson se alimenta de ensaladas porque le suenan bien y se viste con ropa de colores vivos porque también le agrada ¿Qué sonidos le llegarán de la tortilla de patatas, el pan tomate y jamón, la ensaladilla o las croquetas? Me temo que no vamos a coincidir en los gustos. Sígueme entwitter en @JCCapel

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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