El hombre de la primavera que viene

Roberto Verino (Verín, 1945) proyecta a un hombre que no se separa de su traje. Mesurado y discreto, el hombre que propone el diseñador gallego parece experimentar discretas oleadas de locura: ha cambiado la corbata por el fular, deja los calcetines en el cajón y se permite un pantalón con delicado efecto 'tie-dye'.Image.net

Francis Montesinos (Valencia, 1950) persevera en su idea de hombre valiente: sin miedo a las transparencias ni a las combinaciones cromáticas histriónicas (ni al negro absoluto). Como novedad, la incorporación de un ramalazo rockero inspirado por Gene Simmons, cantante y bajista de Kiss, que estaba en la primera fila del desfile. Sobre esta colaboración con el mítico bajista de rock, Montesinos declaraba hace escasos días en una entrevista para EL PAÍS que se debe a “otro intento de vender”.

Ana Locking (Toledo, 1970) sigue imaginando un hombre de primavera y estío con un espíritu romántico y adolescente. Bajo el nombre de 'Foreva' la diseñadora lanzó 12 propuestas para el armario masculino en las que pantalones pesqueros conviven con bermudas, polos, gabardinas y americanas. La gama cromática iba del blanco al naranja flúor pasando por rosa cuarzo, turquesa pálido o gris. Tonos que no parecen casar demasiado con el carácter conservador del hombre español. Pero lo de Ana Locking es una apuesta de renovación: como la de sus híbridos bicolores entre el zapato Oxford y la tradicional sandalia de cuero de tiras anchas. Una idea valiente que bien podría trascender.

Davidelfín se ha puesto autobiográfico: su colección Psoas habla de cómo se recuperó de una lesión en el músculo del mismo nombre (cuya función principal no es moco de pavo: mantener el equilibrio). ¿El resultado? Prendas con faceta gimnástica (zapatillas de correr, camisetas elásticas como las prendas térmicas de 'running') y nocturna ('crop tops' de cuello alto sin mangas, un traje cortado con cremalleras y acentos de color). El guiño a su Andalucía natal –volantes– recayó exclusivamente en las prendas de mujer. En esta ocasión, gracias.Image.net

Etxeberría (Eíbar, 1976) ha abandonado el cuero y las pieles exóticas por primera vez. Con 'En plein air', el guipuzcoano se ha obsesionado esta vez por un tejido típico de la élite norteamericana: el 'seersucker' (un algodón de rayas ligero y con movimiento). Su tratamiento del asunto es, como siempre, particular: las formas amplias y redondeadas de las bermudas, las chaquetas y las camisas de cuello mao mezclan el corte anglosajón y la confección japonesa, pero recuerdan a la chaquetilla azul del tendero del ultramarinos y al de los pescadores que despachan pescado en la lonja. Pero la cosa no podía quedar tan 'light'. Cerró el desfile un vestido de malla cerámica que recordaba inevitablemente a las creaciones que hicieron famoso a otro vasco célebre allá por los sesenta: Paco Rabanne.