‘Unboxing’: el éxito de sacar algo de su caja
Grabar cómo se desprecinta un producto puede llegar a ser algo parecido al arte. Y provocar millones de visualizaciones. Te damos las claves para conseguirlo
El pasado 2 de Septiembre se pusieron a la venta la primera tanda de muñecos de Star Wars: The Fore Awakenens, que Disney trató de convertir su lanzamiento en todo un evento. Una de sus principales estrategias fue instalando puestos para el unboxing en diferentes puntos del globo, desde Australia a México, pasando por Japón, los EEUU o España, y contratando youtubers para efectuar la apertura de los productos. Los responsables de marketing creyeron que era la manera más directa y eficaz de apelar a su público objetivo. Es un género (porque sí, Youtube tiene sus géneros) que cuenta ya con millones de adeptos y que va en aumento. ¿Qué os parecen 134 millones de visualizaciones para un sólo vídeo? Es la cifra que tiene éste en el que se abre un juguete de Pocoyó.
Sino tenéis hijos, el canal ToysontheGo habrá pasado por debajo de vuestro radar, pero acumula más de un millón de subscriptores y más de mil millones de visualizaciones. Y lo único que hace es eso: abrir y jugar con muñequitos de Peppa Pig o los Minions. Es un referente para millones de personas, o más bien dicho, millones de padres: los peques se quedan embelesados viendo como juegan con los muñequitos, y los progenitores les ponen una y otra vez sus tubes favoritos hasta que se quedan dormidos. Tu tuviste El Rey León en VHS y ellos tienen estos clips.
Pero dudamos que la gente que sigue con atención la apertura de bolsos de Aliexpress o la de una edición de coleccionista de algún Metal Gear para PS4 lo hagan para conciliar el sueño (alguno habrá). La anticipación y la sorpresa al abrir una cosa, cualquier cosa, es una sensación con la que todos los podemos identificar, sean cuales sean tus intereses. Para millones de personas, un vídeo de unboxing de un producto deseado significa poner un poco de emoción al día. Y para el que realiza el vídeo, una manera de conectar con su público y compartir una experiencia.
Los inicios
La función primigenia de un "desembalaje" no es otra que la de informar, la de mostrar al espectador como es el producto deseado. Un anticipo a una posible review, una manera de enseñar que es exactamente el producto que vamos a adquirir, y situarlo en un contexto más cercano que una mera foto en un catálogo. Los precedentes, en forma de artículo de blogs de tecnología, solían tener los gadgets como protagonistas. El lanzamiento del iPhone en 2007 trajo la primera oleada de vídeos realmente populares: los fanáticos de Apple convirtieron cada lanzamiento en una auténtica avalancha de vídeos. Simplemente, había que contar como era tu flamante iPad, y pronto cualquier modelo de Blackberry, Samsung o el portátil que le has comprado a tu madre tenía sus reseñas. Y, no lo dudéis, cuando aparezca el iPen, la red estará hasta arriba de gente abriendo su bolígrafo con la manzanita.
Los frikis no tardaron en llegar. Internet está hasta arriba de nerdacos, de los cuales muchos son ardientes coleccionistas de muñequitos o consolas retro. Los youtubers especializados en juguetes se sacrifican por el bien de la humanidad, sacando los juguetes de sus blisters protectores y perdiendo buena parte del valor que podrían tener en el futuro. Uno de los tipos más destacados en este mundillo es Ashen, que le da a cualquier juguetito o consola de moda, pero tiene un apartado que le hace destacar: su incesable búsqueda de muñecos de los 80 y de versiones piratas de muñecajos y consolas, como la "Wii de los chinos". Es el ejemplo perfecto de unboxing de fans, que no busca tanto ser parte de una guía de compras como compartir una pasión, y que suele generar siempre un buen debate en los comentarios, aportando observaciones y más conocimiento adicional.
Mientras el fenómeno del youtube burbujeaba, el género se expandía más allá de geeks o coleccionistas, a cualquier nicho de mercado. Los blogs de maquillaje y productos cosméticos y de higiene tienen un sano y prolífico catálogo de este tipo de contenido, y las blogueras de moda y complementos tampoco se privan de compartir la experiencia de estrenar bolso con su público: los usuarios van a fiarse más de la opinión de un youtuber al que siguen que de un anuncio o un vídeo corporativo. En su improvisada sencillez, las youtubers amas de casa amplían este concepto a las compras del Mercadona que, además, luego siguen el camino inverso: el vídeo tirando las cosas a la basura y comentando qué tal estaban.
Incluso los canales de cinéfilos, más propensos a las review, tienen contenidos similares. Unos abren ediciones de coleccionistas de cualquier maravilla. Otros, un DVD comprado en los saldos del Mediamarkt. Algún niño, hasta un chupachups que le ha tocado en un concurso. No sólo es una manera de comunicar: siendo honestos, es también una manera simple de crear contenido que de variedad a tu canal. Y aún desde el punto de visa más cínico, es complicado no sentir un poquito de emoción cuando un tipo como éste abre un enorme cargamento de figuras de acción ante la algarabía de su hijo. Funciona, aunque sea por acumulación.
Youtubers como KittySweety tienen su propia especialidad, el unboxing de chucherías, también con centenares de miles de visitas. ¿Qué hay más emocionante que abrir un Kinder sorpresa? En el lado contrario, canales como The UnboxAll, que se dedican únicamente a eso: abrir cosas sin orden ni concierto, lo mismo sea un consolador que unas mancuernas. A día de hoy, Youtube indexa más de 26 millones de vídeos con la dichosa palabrita, desde auténticos profesionales patrocinados por marcas a gente utilizando el género como plataforma para su comedia. Pensad en cualquier producto que venga en un envoltorio y podréis comprobar como existe un vídeo con alguien desprecintándolo. Por ejemplo...
¿Las revistas vienen precintadas para que no pierdas los obsequios? Entonces también puedes hacer un vídeo abriéndolas y ojeando la revista. Y son de la mítica Superpop, con calcamonías o pegatinas de Tom Welling, mucho mejor.
Unboxing de una base de enchufes. Vale. Yo ya.
Y de remate, un huevo vibrador para hombres, en un vídeo ejemplar. Rápido, informativo y sencillo. Y con textos en lugar de una voz en off, para evitar las risitas nerviosas que podríamos esperar con semejante objeto.
Cómo hacer un buen vídeo de unboxing.
El Rubius tiene sus vídeos de unboxing. Isasaweis tiene vídeos de unboxing. Es, como decíamos, un estándar, un recurso más para la actualización diaria o semanal de estrellas y aspirantes. Todos prueban suerte con mayor o menor fortuna, pero ¿qué es lo que hace bueno a uno de estos vídeos? En principio no parece algo tan complicado, pero vamos a dar algunos consejos para prevenir algunos errores que, como adictos al "descajado" (ejem), detectamos en algunos vídeos.
Cuenta algo
Una imagen vale más que mil palabras, pero... ¡queremos tus impresiones! Cuéntanos algo sobre el objeto que tienes en las manos. ¿Pesa mucho? ¿Es más grande o pequeño de lo que pensabas? Si te vemos a ti en lugar de un clip oficial del canal del fabricante es por que queremos que nos hagas partícipes de tu experiencia. Fijaos en el del vídeo. ¿De verdad no se te ocurre nada que comentar del unboxing de... un condón kawai?
Procura que el producto sea interesante
Claro que cuando has elegido narrar como abres un paquete kleenex del Mercadona, igual no tienes tanto que decir. Está muy bien querer hacer la gracia de vez en cuando, pero intenta elegir algo que de juego, algo que te gustaría ver como espectador. Las servilletas es un tema que no interesa ni a Conchi Córdoba.
Ten las herramientas apropiadas
Romper un plástico no es tan sencillo, y nadie quiere verte luchando con el envoltorio durante 2 minutos. Trae una cuchilla, o unas tijeritas. Y por favor, ILUMINA la escena o nos vamos a otro canal.
Dale tu toque personal
Procura destacar. Cuenta tu vida. Haz los unboxings con tu gato al lado. Pero haz algo que lo haga un poco único. Por ejemplo, echar el producto por el cuerpo de tu amigo: la tontería de abrir un yogur cobra una nueva dimensión.
Lejos de haber tocado techo, el fenómeno está en auge. Según un estudio de Google, uno de cada cuatro consumidores vieron un unboxing del producto que pretendían adquirir. Cuando hasta Salvador Raya hace una parodia del tema con su ya clásico "unboxing de una naranja", es que algo gordo está pasando. Nosotros ya hemos oído hablar de un parto como el "unboxing de bebé". De verdad.
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