El arte de la croqueta perfecta

Sí, sabemos que todo el mundo cree que las mejores croquetas son las de su madre; pero seamos serios: por cada croqueta materna que comemos, nos zampamos cinco o seis más en bares, ¿o no?. Son, junto a las bravas, la ración más pedida en la capital cuando, entre caña y caña, aprieta el hambre. Pero, a diferencia de aquéllas, es casi imposible encontrarlas esponjosas, doraditas y con bien de relleno. Vamos, pretender comer como en la casa materna es un reto bastante complciado.

Por suerte, Madrid es famoso por sus croquetas. Y hay un puñado de bares, algunos con solera, otros de reciente apertura, que te ofrecen recetas distintas, pero todas excepcionales. El problema, como siempre, es que hay que saber buscar. ¿O es que muchos sabíais que un bar malasañero moderno como es El Circo de las Tapas, tiene unas con mucho jamón para chuparse los dedos? ¿O que en Moncloa, al lado de la complu, Casa Manolo, el bar de toda la vida, las sirve sin descanso porque las demanda medio barrio? ¿O que Matt, en Chamartín, las reboza en mantequilla y perejil picado? En la taberna vasca pinchos Neguri añaden cebolla picada, y en Serafina Cocina, en pleno Sol, hasta las desayunan...

Ahora Manzana Mahou, la terraza de verano situada en el palacete de Santa Bárbara (Alonso Martínez) han decidido rendir homenaje a este complicado plato. Como no podía ser de otra manera, elevándolas a la categoría de arte en una exposición en la que participan los locales mencionados junto a otros como Mamá Campo, Gastrocroquetería de Chema, Javier Martín, AskuaBarra, y Mercado de la Reina. Ya lo hicieron hace unas semanas exponiendo en vitrinas esa obra de arte local que atiende al nombre de 'bocadillo de calamares'. Era de esperar que la croqueta jugosa tuviera también su sitio

Por supuesto, también se pueden degustar, por cortesía de El Viajero, del 7 al 13 de septiembre. ¿No os da pena que se acabe el verano?