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Tentaciones
Lo que hay que ver

Kanye West censurado, humillado y abucheado

Él, a cambio, se escondió tras una nube de humo y fuego, emulando a ese dios del Olimpo que cree ser

"Nos complace presentaros a este gran artista; un amigo, una inspiración, un hermano y, ahora, un doctor". Vayamos por partes:

Si, Kanye West es Doctor Honoris Causa por la Universidad de arte de Chicago, la misma escuela en la que empezó a estudiar y que dejó después de un año.

Sí, las autoras de esta presentación son sus cuñadísimas, Kendall y Kylie Jenner, hermanas de KIm, quienes salieron al escenario en el último tramo de los premios Billboard para introducir Dr. West, que cerraba la ceremonia.

Cuando las hermanas aparecieron, ambas en sendos vestidos de lentejuelas, empezaron los abucheos. Pero están más que acostumbradas. Al menos, Kendall, que ya recibió gritos en su presentación del año anterior y ha declarado en numerosas ocasiones que ha sido víctima de bullying por parte de sus compañeras de profesión. Cuesta creer que esta top, la más omnipresente del momento (con permiso de Cara Delevingne), la que cierra todos los desfiles importantes y protagoniza todas las campañas de prestigio, sea también la más criticada y vilipendiada en sus apariciones públicas. Pero es que el clan Kardashian-Jenner-West funciona así; como un microcosmos que seduce a medida que suscita odios. O lo que es lo mismo, que suma dinero con cada crítica.

Por eso tampoco es de extrañar que Kanye haya reventado la facturación de Adidas vendiendo miles de pares de zapatillas en horas (fruto de una colaboración, obviamente, muy criticada) y esté subiendo las ventas trimestrales de la enseña deportiva mientras, simultáneamente, es abucheado y criticado por su más que evidente megalomanía ("Soy el Warhol de mi generación. Shakespeare hecho carne", es lo más modesto que ha llegado a decir). Ayer, viendo la que se le avecinaba, decidió parapetar su actuación tras una gruesa cortina de humo y fuego propia de un dios griego, cosa que le pega mucho. Apenas se atisba su silueta en algunos instantes de una actuación que, además, fue censurada por la cadena ABC.

El músico decidió fusionar dos de sus temas, 'All day' y 'Black skinhead'. En ambas se utilizan demasiado palabras como nigga o bitch, pero nada que no haga ningún rapero que se precie de serlo. Aún así, de los cinco minutos que duró su performance (solo se puede llamar así a una actuación con el cantante semiausente), la televisión decidió silenciar uno.

Quizá sea una justa venganza para alguien que decidió humillar a Taylor Swift en mitad de unos Grammy, que ha demandado a Youtube o cuyos fans (agarraos) venden bolsas con aire de "sus conciertos". Pero lo que está claro es que, cuanto más lo machacan, más famoso (y rico) se hace. Aunque dé rabia.

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