El pop del futuro es una bebida energética

Durante todo 2014, el nombre de PC Music no dejó de aparecer en la red. El sello londinense, capitaneado por el esquivo -sus entrevistas son tan escuetas como escasas- A.G. Cook, consiguió sintetizar el momento presente en una mezcla imposible y azucarada de pop con aire kawaii, eurobeat, bajos dubstep, voces pitufadas y teclados MIDI, todo ello en proporciones diversas según cada uno de los artistas pertenecientes a algo más cercano a un colectivo digital que al concepto de discográfica tradicional.

Uno de estos proyectos fue QT, en el que se unían Cook, el performer Quinn Thomas y la no menos enigmática SOPHIE bajo una forma bastarda entre publicidad, música y arte conceptual. QT se presentaba a la vez como canción, el anfetamínico single Hey QT, y un bebida energética ideada para ser consumida en el club. Una travesura perversa que jugaba con los límites de nuestra percepción del consumismo y su infiltración en el mundo del pop. No en vano se presentó fuera del seno de PC Music, implicando a un sello mucho más poderoso como XL Recordings. Ahora, el concepto va un paso más allá, con el anuncio de que QT, la bebida, no solo existe sino que se podrá comprar muy pronto.

A partir del 9 de junio se podrá adquirir en su web un pack que contiene una lata de DrinkQT, un saludo de sus autores y una foto firmada. Según la descripción que se nos facilita, la bebida ha sido “fabricada para facilitar el brillo creciente, la conexión vertical y el crecimiento personal”, y la edición limitada costará 20 dólares. El anuncio coincide con el lanzamiento de PC Music Volume 1, recopilación de varios de los temas del sello en una maniobra que, para algunos, apunta a práctica estandarizada de la industria musical. ¿Perderá PC Music ese halo de efervescente juego digital o están intentado, una vez más, romper nuestras expectativas?