¿De ‘Common People’ a Varoufakis?

“Ella llegó de Grecia y tenía sed de conocimientos / Estudiaba escultura en el Saint Martins College / Allí es donde le eché el ojo”. Así comienza Common People, una de las canciones más famosas de los británicos Pulp y un auténtico himno del choque de clases que sigue tan vigente como en 1995, cuando llegó al número dos de los singles más vendidos del Reino Unido. La historia de una estudiante "forrada" que llega a Londres con ansias de vivir entre “la gente normal”, y a la que un posible amante le muestra la imposibilidad de ser uno de ellos, suscitó desde su publicación una pregunta: ¿Quién es esa chica? ¿Existe, es una persona real que se cruzó con el líder de la banda, Jarvis Cocker? Ahora, el diario griego Athens Voice asegura haber averiguado la identidad de esa joven, por aquel entonces rica pero con poco mundo: Danae Stratou, la actual esposa del ministro de finanzas griegos y terror de la Troika, Yanis Varoufakis.

Hasta el momento, ni siquiera el propio líder de Pulp había podido identificar a la inspiradora de uno de sus mayores hits. Un documental de la BBC 3 intentó sonsacarle un nombre, pero parece que Cocker nunca tuvo una relación tan cercana con ella como para saberlo. Ni hubo sexo entre ellos, ni estaba seguro de que estudiase escultura, aunque sí recibía clases en el citado St. Martins College. Allí asistió Danae Stratou entre 1983 y 1988, año este último en el que Cocker se inscribió en un curso sobre cine. El líder de la banda de Sheffield sí recordaba que durante su breve conversación le comentó su deseo de mudarse al barrio de Hackney, pronunciando la frase mágica: “para vivir como la gente común”.

Stratou proviene de una de las familias de empresarios más importantes de Grecia, y heredó de su madre su afición por el arte. De momento, nadie del entorno de la actual esposa de Yanis Varoufakis ha confirmado ni desmentido la noticia de Athens Voice. Quizás ni ella misma recuerde una conversación con un pálido y gafotas estudiante de cine hace 27 años. Sin embargo, los caminos del pop (y de la vida) son tan inescrutables que todo es posible. Incluso pasar de Pulp a Varoufakis.