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Neil Patrick Harris, el mago que seduce los Oscar

Actor desde niño, 2014 ha sido su año. El último reto: presentar los premios de la Academia

Neil Patrick Harris será el presentador de la 87 entrega de los Oscar.
Neil Patrick Harris será el presentador de la 87 entrega de los Oscar.Bob D'Amico (Getty Images)

La magia está asegurada en la 87º edición de los Oscar, y esta noche tendrá un nombre: Neil Patrick Harris. Él es el chico para todo: canta, baila y actúa en cine, televisión y teatro, además de presentar lo que le echen. Y encima es mago. Bueno, lo de mago fue lo primero de la lista, como recuerda este actor de 41 años, hoy la cita principal del hombre más codiciado de Hollywood, el Oscar. “Era pequeño, muy pequeño, cuando me quedé fascinado con los trucos de magia que me hacía mi abuelo. Eran más trucos científicos que de cartas o monedas pero aquellos shows son los que me llevaron a buscar mi propio repertorio”, recordó el intérprete a este periódico en una ocasión. Entonces quería expresar su admiración por Juan Tamariz, mago español al que brindó un homenaje en el Castillo de la magia, un club privado de magos que preside en Los Ángeles y cuya sede se alza a pocos metros de donde se celebrará esta noche la entrega de los Oscar.

El último año ha venido lleno de oportunidades. Me siento evolucionar”. Neil Patrick Harris

Como maestro de ceremonias en el teatro Dolby, Harris será el centro de todas las miradas, la culminación de una carrera tan larga como diversa, porque para haber nacido en Nuevo México (EE UU) pocos son tan made in Hollywood como él. A los 6 años ya estaba haciendo de Toto, el perro de El Mago de Oz, en una producción local de teatro. Para los 13 rodaba su primera película y a 16 protagonizaba su propia serie de televisión, Un médico precoz. Un niño actor haciendo de niño prodigio médico. Como ha confesado estos días, su historia como actor es tan larga que se le hace difícil echar la vista atrás y pensar en cuáles son sus películas favoritas. “Lo que siempre amé es el elemento mágico que hay en la interpretación”, insiste el actor que siempre cita como fuente de inspiración de su carrera al presentador y humorista Johnny Carson. “A él también le encantaba la magia y fue un mago precoz”, añade. Irónicamente su referente también fue uno de los maestros de ceremonias, junto con Billy Crystal, más celebrados en la historia de los Oscar.

Neil Patrick Harris, su marido David Burtka y sus hijos paseando por Nueva York.
Neil Patrick Harris, su marido David Burtka y sus hijos paseando por Nueva York.Elder Ordonez (Cordon Press)

En España a Neil Patrick Harris se le reconoce por la serie Cómo conocí a vuestra madre. Él es el alter ego del conquistador Barney Stinson, ese que ha enseñado a toda una generación de heterosexuales a ligar sin importarles que Harris, la persona, sea homosexual. En EE UU este intérprete fue y sigue siendo el Doogie Hauser, el niño prodigio de aquella otra serie y el hijo que todos hubieran deseado tener. El también recuerda Un médico precoz como su pequeña película semanal, una sitcom en la que aprendió todo lo que pudo del maestro de la verdadera edad dorada de la televisión: “El gran Steven Bochco, el genio creador de Canción triste de Hill Street o La ley de Los Ángeles”, rememora. Pero no por eso desdeña su éxito actual, porque no lo hay más sabroso que el que se vuelve a repetir. Y mejor aún el que se repite una y otra vez.

A los 6 años hacía teatro, a los 13 rodaba un filme y a los 16, una serie

Harris no se puede quejar. En 2014 trabajó en las películas Perdida y en Mil maneras de morder el polvo. En el teatro se desmelenó con el musical Hedwig & the Angry Inch y en televisión acabó con honores la novena y última temporada de Cómo conocí a vuestra madre tras más de 200 episodios de impartir su sapiencia conquistadora. También dirigió el espectáculo de magia titulado Nothing to Hide en Los Ángeles y próximamente lo hará en Nueva York. Eso además de llevarse el Tony por su labor teatral y el Emmy por presentar los Tony, ambos galardones recogidos en el mismo escenario en el que ha servido como maestro de ceremonias en varias ocasiones y donde se ha destapado como el gran showman que es. “No puedo negarte que el último año ha venido cargadito y muy lleno de oportunidades únicas. Pero lo mejor es que me siento evolucionar”, describe de este periodo que ahora corona con su cita con el Oscar.

Como presentador de los Tony y los Emmy se destapó como ‘showman’.

Siempre atusado y a la moda, con su eterna cara de pillo, la única cita que a Neil Patrick Harris le importa es la que mantiene desde hace más de una década con su esposo, David Burtka. A Harris le van las relaciones largas y la suya cuenta con esos dos recordatorios llamados Harper Grace y Gideon Scott, hijos de ambos que pudieron asistir a su boda en Italia el pasado septiembre. ¿Qué es lo que le gusta de David y que el Oscar nunca sabrá darle? Su sonrisa y su sentido del humor. “Es lo más atractivo que me pueden ofrecer. Porque lo único negativo de una relación larga es que te limita el sentimiento de aventura que te ofrece una nueva persona, pero David es alguien que te mantiene sonriente y feliz, la mejor aventura que nadie te puede ofrecer”, asegura enamorado. Fueron muchos los que pensaron que la declaración pública de su homosexualidad le costaría su carrera como actor. Le pasó a la hoy presentadora Ellen DeGeneres, le podría pasar a él. Pero como afirma este ferviente creyente en las redes sociales, los tiempos han cambiado. “Esta no es quizá la plataforma para hablar de ello pero claro que hemos llegado lejos. ¿Qué quedan obstáculos? Por supuesto. Pero prefiero maravillarme por las mejoras que se han dado”. Una vez más, Neil Patrick Harris prefiere quedarse con la magia del momento.

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