No es esto lo que se espera de Podemos

A la hora de proponer actuaciones que vayan en contra de la corrupción política, soy de los que defienden la idea de “un político, un cargo”, lo que conlleva, claro, un solo sueldo. Puedo entender que haya excepciones tasadas y muy bien reguladas como, por ejemplo, que los presidentes de comunidades autónomas formen parte del Consejo de Presidentes o del Senado en caso de que este se convierta, por fin, en la Cámara que represente a las comunidades en un sistema federal. En todo caso, tres cargos o más son difícilmente justificables y el sistema que lo permita sería potencialmente favorecedor de situaciones de corrupción. También contribuiría dicho sistema a la creación o perpetuación de lo que actualmente algunos han dado en llamar “casta”. Por eso me ha sorprendido muchísimo leer que dos eurodiputados de Podemos se propongan añadir a ese cargo electivo (eurodiputado) el de presidente de su partido en una comunidad y, consecuentemente, el de miembro del Consejo Ciudadano de su partido. Me resulta sorprendente, como digo (por utilizar un término suave), que un partido que ha basado su rapidísima progresión en la crítica durísima a los partidos que han copado el sistema político por asuntos, entre otros, como ese, practique lo mismo. En mi opinión eso sería el germen de una nueva casta.

Espero que actitudes como la que comento no proliferen porque lo más terrible que podría acaecerle a esta vapuleada sociedad, lo que de ninguna manera deseo que ocurra, es que lo que hoy se presenta como alternativa regeneradora llegue a ser la causa, más o menos directa, de una nueva y terrible decepción.— Antonio Calvete.