Desfachatez

Como noticia estrella aparecía estos días en los titulares de la televisión de todos los españoles —que es cada vez menos pública y mas partidista— la buena nueva de que la expresidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre Gil de Biedma, se postulaba para alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid. No puedo sino manifestar mi perplejidad e indignación ante la posibilidad de que pudiera ser elegida para el cargo una política que no se enteró de la presunta corrupción de un equipo elegido por ella o que debería haber vigilado, como ocurrió con los casos Gürtel y Púnica,algunos de cuyos implicados están en prisión. Eso, aparte del talante prepotente mostrado en múltiples ocasiones, como en su reacción a la sanción de tráfico, entre otras, en la que mostró su poco respeto y su desprecio a la autoridad.

Le sugiero que continúe su actividad como brillante cazatalentos en la empresa privada en la que trabaja y en la que seguramente es valorada por su perspicacia y habilidad.— Francisco Javier Aparicio Carrera.