El éxodo cubano

El 15 de abril de 1980 el diario EL PAÍS y otros medios publicaban: Cinco mil refugiados cubanos esperan ya en sus domicilios poder abandonar la isla. Muchas de estas personas se refugiaron en la Embajada del Perú en La Habana y, provistos de documentación migratoria, algunos se dispusieron a viajar a España. Llegaron centenares, con una ayuda de la Cruz Roja comenzaban desde cero en un nuevo país.

En la década de los ochenta, conocí a muchos de ellos que recalaron en Madrid, pero les contaré la breve historia de un matrimonio con un niño. Portadores de una gran nostalgia, atrás quedaban sus familias y su “linda tierra cubana”, intentaron adaptarse a nuestra ciudad. Él trabajaba en un bar de unos paisanos, que poco más que lo tenían explotado; ella limpiaba casas. Vivían en un piso de alquiler en el barrio de Vallecas. Lo que ganaban apenas les llegaba para mantener a su único hijo, así que pronto comenzaron las lamentaciones y el arrepentimiento por haber salido de la isla. Una mafia que vivía de falsificar pasaportes les estafó un dinero que le habían prestado unos amigos. Intentaron salir por Barajas, a él lo detuvieron, pero ella, embarazada y con su hijo de seis años, consiguió llegar a México y desde aquí cruzar a EE UU.— José E. Perdomo García.