19 fotosAlgodón duroLa mayoría de recolectores en Pakistán son mujeres que trabajan en condiciones de esclavitud, por menos de dos dólares al día. Un grupo de ellas hizo algo inaudito se pusieron en huelga 10 dic 2014 - 18:22CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceUna mujer colectora de algodón muestra sus manos castigadas por la labor diaria en los campos cercanos a Meeran Pur, pueblo al norte de Karachi, el pasado 25 de septiembre de 2014.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Tulsi, una de las trabajadoras del sector, toma su comida a base de arroz hervido en su casa.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Beena Hussain imparte un taller de liderazgo y defensa de las propias habilidades personales a las recolectoras. El curso fue organizado por la Fundación de la Comunidad Sindh (SCF) en la aldea de Meeran Pur el pasado 23 de noviembre de 2014.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un grupo de mujeres rurales del sector del algodón escuchan las enseñanzas durante el curso de liderazgo impartido por la SCF.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Sadori, un recolector de 35 años, prepara una comida en su casa por la noche después de trabajar en los campos de algodón.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Laali, de once años, porta flores de algodón recogidas junto a su familia.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Interior de la vivienda de un recolector de algodón, donde se ven utensilios colocados en un estante en una pared de barro adornada con carteles de estrellas de Bollywood.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)La humilde vivienda de un recolector de algodón en Meeran Pur (Pakistán).AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Tangoo, una de las trabajadoras de este sector, alimenta a sus búfalos en el exterior de su casa.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un niño porta un manojo de plantas de algodón secas para utilizar como combustible para cocinar.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un niño que trabaja como colector en el campo sonríe al ser fotografiado en la calle de su pueblo.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un hombre toma notas mientras que otros llevan un manojo de flores de algodón colgadas de una balanza.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Una olla de leche cubierta con un cuenco y metida en un agujero en la pared. Este es el sistema para almacenar la leche en una casa que pertenece a la familia de un recogedor de algodón.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Tulsi clasifica flores de algodón mientras está sentado en una cama de cuerda en las instalaciones de su casa.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un niño comprueba las flores de algodón en bruto en el punto de recogida en Meeran Pur.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un hombre fumiga con pesticida un campo de algodón.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Un niño empuja un carro tirado por burros cargados con fardos de flores de algodón recogidos por las mujeres.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Mujeres portan sobre sus cabezas el algodón recogido durante el día hacia el punto de recogida en el pueblo.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)Sajan, un tendero de una tienda de alimentos, pesa el azúcar para los clientes en la aldea de Meeran Pur. Allí, las mujeres iniciaron una huelga por los bajos salarios que no les permitían adquirir comida para sus familias.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)