En busca de la China milenaria
Decía Julio Camba que en todo viaje, la mayoría de lugares que visitamos están llenos de literatura previa que se superpone sin quererlo a nuestra percepción, y que es muy difícil separarlas de la realidad.
Algo así le ocurre al viajero primerizo que aterriza en China. Suele llevar su imaginación repleta de imágenes de esa China tradicional y milenaria que ha idealizado a través del cine, la literatura o la fotografía, con bucólicos pueblecitos de casas de planta baja, hechas con madera y ladrillo y grandes aleros curvos.
Pero lo que encuentran son ciudades rabiosamente modernas llenas de torres de apartamentos –todas iguales- que crecen a un ritmo endiablado. China es hoy un horizonte de grúas y rascacielos en construcción que deja pequeño al frenesí ladrillero del pelotazo inmobiliario de la España de la primera década del 2000.
Incluso en una provincia supuestamente remota y rural como Yunnan, al sur del país, por la que estoy viajando estos días, las ciudades –ya sea Kunming, la capital, o Dali o Lijiang- son un compendio de todas las glorias y miserias de las ciudades occidentales: altos edificios, tráfico endemoniado, centros comerciales, grandes avenidas, atascos, shopping salvaje… Un escaparate del urbanismo capitalista, solo que en un país supuestamente comunista.
¿No queda nada de aquella China milenaria y tradicional?
Sí, algo queda, aunque haya que rebuscar para encontrarlo. Aquí van algunos sitios para ver arquitectura tradicional que he visitado de momento en Yunnan:
Zhu Garden (Jianshui)
En el corazón de la ciudad vieja se conserva el Zhu Garden, la casa-palacio del antiguo gobernador de la dinastía Qing (siglo XVII). Un remanso de paz y un perfecto ejemplo de vivienda noble.
El puente de los Dos Dragones (shuang long qiao)
Este soberbio puente fue construido en el siglo XVII también por la dinastía Qing en un canal de agua cercano a Tuan Shuang. Es uno de los más bellos de Yunnan.
Tuan Shuan
Se trata de un pueblo completo construido por la familia feudal Zhang en el siglo XIV que milagrosamente se conserva casi intacto. En él viven aún 1.000 personas.
Weishan
Un pueblo a una hora de Dali que conserva su antigua planimetría además de unas calles llenas de comercios y oficios tradicionales para la gente local, y no de tiendas de souvenirs para turistas como ocurre en otras ciudades más famosas, por ejemplo la vecina Dali.
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