La última oportunidad

El inicio del curso político (...), en unas horas, se ha vuelto explosivo.

Al pedir a Manuel Valls (...) la formación de un nuevo Gobierno, François Hollande ha decidido (...) cortar en caliente una crisis que le amenazaba tanto como al jefe del Ejecutivo. (...)

Dos pesos pesados del Gobierno (...) no han dudado en desmarcarse, de forma pública y severa, de la política económica establecida por el presidente desde principios de año.

Un debate legítimo, aseguran ambos alborotadores, visto (...) el crecimiento nulo, la inexorable alza del paro y una economía europea detenida. Una disidencia inaceptable, (...) según los dos responsables del Ejecutivo.

En efecto, era la autoridad de ambos la que estaba en juego. El jefe del Estado confirmó de manera firme (...) que el rumbo (...) se mantendría y que, lejos de bajar el ritmo, era necesario “acelerar las reformas”. En cuanto al jefe del Gobierno, ha hecho de su autoridad y de la coherencia de su equipo los dos pilares de su imagen. (...) Dejar que la brecha (...) de los “rebeldes” se agrandase (...) suponía correr el riesgo de dar aún más la imagen de un barco a la deriva.

Para Hollande y Valls, ahora, más que nunca, es la hora de la verdad: ¿tienen la mayoría política? ¿Tendrán (...) la capacidad de convencer a los suyos que (...) no hay alternativa a las políticas que han trazado? ¿No se arriesgan a que, con este golpe de mano, se forme una coalición de todos aquellos que, en mayor o menor medida, rechazan este rumbo? La respuesta (...) en las próximas horas. Sea cual sea, será para el presidente la última oportunidad de salvar su quinquenio.

París, 25 de agosto