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La recompensa a la lucha de la abuela Estela de Carlotto

Las Abuelas de la Plaza de Mayo Rosa de Roisinblit y Estela de Carlotto, en la conferencia sobre el hallazgo del nieto de la segunda (por V. R. Caivano, AP)
Las Abuelas de la Plaza de Mayo Rosa de Roisinblit y Estela de Carlotto, en la conferencia sobre el hallazgo del nieto de la segunda (por V. R. Caivano, AP)

Emocionada y llorosa, Estela de Carlotto ha recibido, tras más de media vida de lucha, una recompensa especial. La organización que preside había conseguido encontrar a 113 nietos robados durante la dictadura argentina. Esta semana llegó el 114: Guido. Su nieto. El trabajo tenaz de cientos de mujeres de ya muy avanzada edad ha ido dando sus frutos. “Pero queda mucho por hacer”, matiza Carlotto, ya que se calcula que 500 bebés fueron robados durante los duros años de la dictadura de los militares.

Las ahora Abuelas de Plaza de Mayo, ya ancianas, comenzaron su lucha en los años 70 buscando primero a sus hijos e hijas y después intentando reconstruir el secuestro de estos, su desaparición y la posibilidad de que durante este tiempo hubiese podido nacer un nieto. Sabían que militares golpistas se apropiaron y negociaron con éstos bebés, se pusieron su pañuelo blanco y decidieron invadir la calle, llamar la atención de los medios de comunicación nacionales e internacionales y dedicar sus vidas a la lucha por encontrar esos nietos.

“Los primeros años fueron duros, muy duros pues buscábamos bebés, después niños, más tarde adolescentes y comenzamos a lograr más éxitos cuando ya comenzaron a ser adultos” relataba una de las Abuelas en la rueda de prensa dada en Buenos Aires para dar a conocer la aparición de Guido. Pasados los años, “se cumplió lo que dijimos las Abuelas, que ellos nos van a buscar”, añadió Estela. Y así fue. Con 37 años fue su nieto quién tras recibir mucha información dio un paso adelante y acudió a hacerse las pruebas de ADN.

Muchos argentinos (o de cualquier otra nacionalidad, incluso españoles) treintañeros, conocedores de que eran hijos adoptados comienzan a atar cabos y a despertar de muchos interrogantes. Son ellas y ellos los que tienen que dar el paso de buscar a sus abuelas, ya muy mayores.

Tatiana Sfiligoy

Tras Estela lloraba Tatiana Sfiligoy, la primera nieta encontrada por Las Abuelas. Al detener a sus padres Tatiana y su hermana, un bebé recién nacido, fueron ingresadas en un orfanato. Posteriormente fueron adoptadas por un matrimonio que las crió y que las ayudó a encontrar a sus padres biológicos. Ahora trabaja como psicóloga con las Abuelas. Junto a Tatiana se encontraba muy emocionada Lorena Battistiol, que busca a su hermano o hermana desaparecido.La cara y cruz de la misma moneda.

“Cada nieto que se encuentra es un triunfo sobre la dictadura argentina”, afirmaba Estela hace cuatro años a ésta periodista cuando comenzamos a trabajar en el libro 1325 Mujeres tejiendo la Paz, en el que desde la Fundación Cultura de Paz, con Manuela Mesa y Laura Alonso a la cabeza, se intentaba "rescatar del olvido las historias de muchas mujeres que han sido clave, en su tiempo y en su lugar, en la prevención de guerras y en la búsqueda de salidas no violentas a los conflictos”, afirmaba Mesa en su prólogo.

Y entre ellas estaba Estela de Carlotto. “Esta ama de casa, de clase media, casada con Guido Carlotto y madre de cuatro hijos, jamás se había dedicado a la política ni había militado en ningún partido político hasta que en noviembre de 1977, en plena dictadura militar, su hija Laura fue secuestrada junto a su pareja. Siete meses después la joven daba a luz a un niño, Guido, en el Hospital Militar, esposada. Momentos después del parto la adormecieron y la trasladaron de nuevo al campo de concentración La Cacha, donde estaba desde el momento de su detención. Dos meses después fue asesinada. Su nieto Guido, que ahora tiene 30 años, sigue sin aparecer”, se puede leer en su perfil.

Era el año 2009. En cinco años la lucha de las abuelas ha conseguido grandes avances. 114 nietos recuperados, pero quedan otros 300 por encontrar... Y algunos pueden estar en España.

Carlotto, a la izquierda, con Adolfo Pérez Esquivel en los años 80 (AFP)

Comentarios

Los seres humanos, guardan en su interior más profundo, todas las formas de comportamiento buenas, o malas y las contiendas hacen que despierten y emerjan al exterior, las más aberrantes.La lucha de estas mujeres representa la abnegación y perseverancia, en el intento de amortiguar daños, que ellas sufrieron en primera persona. La admirable constancia y su entrega a la causa con el corazón destrozado, estimulan la continuidad con logros como este.¡Ojalá!, los gobernantes comprendieran lo nocivas e inútiles, que son las guerras y la sociedad emprendiera el camino de su evolución.
"Imagining Argentina in 2014"De nuevo una vez más la realidad supera gratamente la ficción pero para bien. ¿Han visto la película Imagining Argentina? La película transcurre en 1976, en Argentina. Iniciado el periodo dictatorial llamado Proceso de Reorganización Nacional que dura desde ese año hasta 1983. En ella se cuenta la vida de Carlos Rueda, interpretado por el actor español Antonio Banderas, director de teatro en Buenos Aires. Su mujer Cecilia, es periodista. Es una mujer valiente, que no le asusta el nuevo "régimen". Un día es detenida y se la da por desaparecida tras la publicación de un artículo sobre las desapariciones ocurridas en la denominada noche de los lápices. Carlos utilizará su imaginación (como en una especie de efecto premonitorio) con el fin de poder encontrar a su esposa con la ayuda de su hija y amigos. Pero el "don" que tiene el señor Rueda llega a conocimiento de otras familias que también han tenido que soportar la desaparición de algunos de sus seres queridos. Es en ese instante, que el jardín trasero de los Rueda se convierte en un lugar de reunión para poder localizar a sus seres querido o saber por lo menos que están con vida. Todo es posible con el poder de la mente. Todo, excepto evitar la tortura o la muerte.Hoy, Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, ha hallado a su nieto, tras 36 largos años de búsqueda. El niño fue uno de los secuestrado durante la dictadura militar argentina denominado Proceso de Reorganización Nacional después de ser destituido al gobierno de la presidenta María Estela Martínez de Perón (más conocida como Isabelita Perón). La comité militar, tras el golpe de estado del 24 de de marzo del 1976, dominó con su poder durante la etapa conocida como el Proceso."El Proceso" fue, gracias a la represión del Estado contra todos los opositores o aquellos que mostraban valor y coraje, una violación constante de todos los derechos humanos. Las desapariciones, las muertes, el robo de bebes, los crímenes, las torturas, fueron la parte más sangrienta y oscura de la historia de argentina.Sin embargo hubo un par de movimientos conocidos (también representando en la película de Banderas) como Las Madres De Mayo y Las Abuelas De Mayo (se denominaban así porque eran formados por madres y abuelas que se congregaban en la Plaza de Mayo) que manifestándose de manera pública y pacifica, solicitando saber tanto el paradero de sus hijos como de sus nietos y otros familiares desaparecidos. Esa marcha inicial que empezó a finales de abril de 1977 y en la que participaron sólo catorce madres, se le fueron añadiendo muchas otras que cada jueves recordaban, no sólo al país sino al mundo entero, la forma de actuar por el gobierno que había subido al poder tras el golpe de estado. Estas dos asociaciones, han intentado, desde el fin de la dictadura Argentina en 1983, reunir al máximo de familiares desaparecidos con sus familias a lo largo de los años.Hoy, una de sus más fervorosas colaboradoras de Las abuelas de Mayo, una mujer con un coraje tan tremendo que pese a que mataron a su hija Laura durante la dictadura, jamás dejó de buscar a su nieto. No buscaba venganza. No odiaba pese a todo el dolor que había sufrido. Sólo deseaba que se hiciera justicia y que su pequeño, de la que era conocedora de su nacimiento antes del asesinato de su hija, poder conocerle y sobretodo, abrazarle ya que nunca le dieron ese derecho.Estela de Carlotto fue, antes que nada, una de Las Madres de Mayo ya que fue con la desaparición de uno de sus cuatro hijos, Laura, y el compañero de esta que pertenecían la formación guerrillera de Los Montoneros, cuando esta maestra que hoy tiene 83, se lanzó a la calle en busca de la verdad. En agosto de 1978, el cuerpo de su hija ya sin vida le fue entregado. Pero de su hijo, aquel niño que nació en algún lugar y que fue arrebatado de las manos de su propia madre al nacer, nada de nada.En el día de hoy, tras casi cuatro décadas de búsqueda, cuando más de cientos de historias han pasado por sus manos, la suya ha tenido ese final feliz del que toda mujer con arrojo y determinación debería tener: el encuentro del hijo de Laura, Guido, criado por unas de aquella familias que el régimen creía más adecuada la crianza de la nueva generación. A nieta e hijo les queda aún tiempo para poder recuperar lo que les fue quitado durante un periodo por el que ningún ser humano debería de haber pasado: una dictadura.¡Gran noticia para Argentina! Una buena noticia para todos aquellos que aún no hemos podido poner ese punto final a nuestra historia. ¡Todo es posible con amor! Pese al dolor sufrido, sólo con el cariño que nace del corazón, podremos llegar a conseguir lo que podría parecer imposible a los ojos de otros. ¡Nunca hay que desistir! Aunque ya no quede nada, incluso los que ya no están se acuerdan de nosotros y nos apoyan en cada paso. La historia de Estela y Guido es una más que nos debe de impulsar no dejar de buscar, de no rendirse jamás, de que un final feliz, siempre es posible a pesar de los años que han trascurrido. ¡La esperanza en el ser humano no debe perderse nunca! Tengamos fe en la humanidad. http://es.blastingnews.com/noticias/2014/08/imagining-argentina-in-2014-00116840.html

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