Ídolos en el escenario
Una legión de adolescentes se citan en los conciertos de One Direction
Dicen quienes vigilan las estadísticas de cerca que desde la mítica visita de los Rolling Stones en 1982 ninguna banda había encadenado dos noches en un estadio de fútbol. One Direction, el quinteto que forman la boy band británico-irlandesa de pop que causa furor entre (sobre todo) las adolescentes, lo ha conseguido. Una legión de fans —se calcula que más de 70.000 almas enfervorecidas— han desembolsado entre 60 y 200 euros por ver a sus ídolos en el Vicente Calderón, la casa del Atlético de Madrid, en la doble sesión de esta semana que han protagonizado los cinco famosos veinteañeros.
Algunas de las seguidoras más fieles llevaban semanas acampadas a la orilla del Manzanares para garantizarse un sitio de primera fila en el concierto y poder ver de cerca a las estrellas del pop que alcanzaron el éxito tras su paso por la versión británica del programa televisivo de búsqueda de talentos Factor X. Pocos recuerdan una fila tan colosal a las puertas del templo rojiblanco. Horas antes del inicio, el público que aguardaba a entrar daba cuatro vueltas al recinto deportivo. Ni siquiera en un partido de la Liga de Campeones se había visto semejante aglomeración.
A estas largas esperas antes de acceder a las gradas han contribuido las rigurosas medidas de seguridad para evitar avalanchas o cualquier tipo de incidente que pudiera desencadenar una tragedia. En la memoria de los gestores de la Comunidad de Madrid está aún viva la imagen de las cinco chicas que murieron hace menos de dos años en el Madrid Arena por haber superado con creces el aforo permitido.
En espectáculos como el de One Direction en el Calderón no se permite la entrada de menores de 16 años si no van del brazo de una persona mayor. Y una gran mayoría de los fans de los cinco mozalbetes ni siquiera tienen esa edad. Además del ticket, muchos se han visto obligados a llevar el DNI en la mano. Dejar entrar a estos menores no acompañados se considera una infracción grave que puede acarrear multas que oscilan entre los 4.000 y los 90.000 euros. Todos los medios son bienvenidos para que la parte trágica de la historia no se repita.
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