7 fotosGoles para enmarcarEduardo Chillida y Ramón Masats son algunos de los artistas del siglo XX que han dedicado obras al fútbol, aunque no es de los deportes a los que los creadores hayan dedicado gran interésEscuela de Periodismo UAM - EL PAÍSMadrid - 09 jul 2014 - 12:13CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLa portería protagoniza la serie 'Campos de fútbol', de los fotógrafos María Bleda (Castellón, 1969) y José María Rosa (Albacete, 1970). Los autores dicen que "sintetiza la esencia de un campo y posee carga escultórica". En esta imagen de Grao (Castellón) el arco define el uso de este espacio en la playa.Bleda y RosaEl escultor Eduardo Chillida (1924-2002) fue portero de la Real Sociedad en la temporada 1942-43. Tras lesionarse abandonó su carrera deportiva. El club le encargó un mural para colocarlo en el antiguo estadio de Atocha. Lo realizó en París pero no se instaló porque se rompió antes de llegar a San Sebastián.Museo Chillida-LekuEl fotógrafo uruguayo Leo Barizzoni (Montevideo, 1971) lleva el fútbol en los genes. Su padre, Raúl Barizzoni, era comentarista deportivo y él dice que lleva la pelota en los pies y en la cabeza desde que nació: "Cuando voy caminando y veo una pelota me detengo e intento meter un gol con mi cámara".Leo BarizzoniLeo Barizzoni acaba de publicar 'Fútbol' (Santillana), un libro en el que muestra fotos callejeras de este deporte que se ha encontrado en sus viajes por Madrid, París, Buenos Aires o Nueva York durante los últimos siete años. Quiere mostrar que el balompié forma parte de la cultura de todos los pueblos.Leo Barizzoni'Shoot me!' es un proyecto de Erick Miraval (Huánuco, 1982) en el que convierte la tela de sus pinturas en balones que el espectador puede patear. En esta 'performance', el artista mexicano se sitúa como guardameta bajo una portería construida con bastidores de cuadros, a la espera de que los visitantes chuten la pelota. Se trata de una métafora de la actitud del espectador, que puede dar un patadón o un leve toque.Erick MiravalLa posición balo los palos que ocupó Chillida en la Real Sociedad marcó su obra posterior. Él mismo explicaba que ser portero le había dado la oportunidad de observar y analizar el tiempo y el espacio de las jugadas desde un punto privilegiado. El área y la portería que aquí representa con unas líneas eran para el escultor el único espacio tridimensional del campo, el objetivo que todo futbolista quería alcanzar, el lugar más importante del juego.Museo Chillida-LekuUnos niños juegan al fútbol en Salta (Argentina). No necesitan ninguna infraestructura, nada más que un balón y algo que señale la portería. Barizzoni recuerda que su padre, periodista deportivo, le llevaba al campo y mientras locutaba, él se entretenía jugando con una pelota hecha con vasos de papel.Leo Barizzoni