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Críticas a los príncipes de Noruega por llevar a sus hijos a colegios privados

Haakon y Mette Marit rompen con la tradición de la familia real y de la población noruega de escoger centros públicos Pagarán 25.600 euros al año por la educación de sus dos hijos

Copenhague -
Los príncipes herederos de Noruega con sus hijos, Sverre Magnus y Ingrid Alexandra, y Marius en el día nacional de Noruega, el pasado 17 de mayo.
Los príncipes herederos de Noruega con sus hijos, Sverre Magnus y Ingrid Alexandra, y Marius en el día nacional de Noruega, el pasado 17 de mayo.CORDON PRESS

El próximo 11 de agosto la princesa Ingrid Alexandra de Noruega cambiará la ruta escolar que lleva recorriendo durante los últimos cuatro años. En vez de dirigirse al colegio público de Jansløkka, en Asker, saldrá desde la residencia oficial de sus padres en Bærum, hacia el Colegio Internacional de Oslo, un centro privado a las afueras de la capital noruega en el que compartirá pupitre con niños de todas las nacionalidades (el 70% de los alumnos son extrajeros) y con los que jugará, hablará y estudiará en inglés. “Ha sido difícil para nosotros tomar esta decisión, pero hemos llegado a la conclusión de que es lo mejor para nuestros hijos. Ellos van a necesitar pensar, hablar y escribir en inglés en el futuro", asegura el príncipe Haakon, heredero al trono noruego. Según los cálculos hechos por el periódico Aftenposten, él y su esposa, la princesa Mette Marit pagarán unos 25.636 euros (206.000 coronas noruegas) al año por la educación de la princesa Ingrid Alexandra, de 10 años, y la del príncipe Sverre Magnus, de 8, al que también cambian de colegio para llevarlo la escuela concertada Montessori.

La decisión de los herederos al trono de Noruega de mandar a sus hijos a centros privados y concertados ha levantado la polémica, el debate y las críticas en el país esta semana. Primero, porque con esta decisión Haakon y Mette Marit rompen con la tradición. Ellos, sus padres, sus abuelos y todos los miembros y antepasados de la familia real noruega asistieron y defendieron siempre la escuela pública. Segundo, porque establecen un precedente. Según el responsable de prensa de la Casa Real, Marianne Hagen, también las tres niñas de la princesa Marta Luisa y Ari Behn irán a escuelas privadas cuando regresen a Noruega de su estancia en Londres. Y tercero, porque con esta decisión, se alejan de los usos y costumbres de sus conciudadanos. En Noruega hay muy poca tradición de escuelas o centros privados. De hecho entre el 96 y el 97% de los noruegos van a colegios públicos La princesa Ingrid Alexandra, en quinto curso, y su hermano el príncipe Sverre Magnus, en segundo, pasan pues con la decisión de sus padres a incluirse en el selecto y reducido grupo de niños que asisten a centros privados aunque, según el comunicado hecho público por la Casa Real, “seguirán manteniendo lazos cercanos con sus antiguos compañeros a través de las actividades extraescolares y los tiempos de ocio que seguirán compartiendo con ellos.”

"Si la Casa Real no mantiene su carácter popular, lo que hace es dar el primer paso hacia la desmantelación de la monarquía", dice el líder del partido laborista

Estas explicaciones y justificaciones no han convencido, entre otros, a Anders Folkestad, líder de Unio, segundo sindicato más importante del país. "Los príncipes han mostrado siempre su compromiso con la sociedad, por eso tras esta decisión nos preguntamos si verdaderamente han pensado en la señal que están ofreciendo. Dan a entender que las escuelas privadas son mejores que las públicas. La justificación de que una escuela internacional es mejor para prender inglés lo que hace es arrojar piedras contra nuestro sistema educativo público". En esa misma dirección habla Torgeir Knag Fylkesnes, diputado de Izquierda Socialista. Recuerda que en Noruega existe una larga tradición de acuerdo según la cual la familia real siempre suele usar la educación y la sanidad públicas.

El líder del partido laborista, en la oposición, va incluso más lejos. Martin Kolberg asegura que “si la Casa Real no mantiene su carácter popular, lo que está haciendo es dar el primer paso hacia la desmantelación de la monarquía, de la propia institución. En nuestro país, en Noruega no hay razón que justifique enviar a tus hijos a una escuela privada.”

“No es una cuestión de que los centros públicos o privados sean mejores o peores”, asegura Janecka Aaarnæs, directora de la Escuela Internacional de Oslo a la que asistirá la princesa Ingrid Alexandra. “Los noruegos en general hablan bien inglés pero no es lo mismo ir a la escuela en inglés y hacerlo todo en esta lengua que tener el inglés como una asignatura más.” Un punto de vista que comparte Glenn Ole Hellekjær, profesor asociado del departamento docente y de investigación de la escuela en Noruega. “Nuestros niños reciben una gran cantidad de contenidos en inglés a través de los medios de comunicación. Tenemos un nivel similar al de Suecia o Finlandia pero aún así, las estadísticas reflejan que el 30% de los estudiantes de secundaria tienen problemas de comprensión en inglés. Está claro que dos horas de inglés a la semana no son suficientes”.

Thorbjorn Røe Isaksen, ministro de educación y amigo personal del príncipe Haakon, defiende la enseñanza del inglés en las escuelas públicas noruegas. Dice que aunque son muchos los profesores de idioma que no tienen los créditos suficientes se está trabajando en la buena dirección. La primera ministra, la conservadora Erna Solberg, así lo cree también. La mandataria ha evitado criticar a los príncipes y ha llevado el asunto a lo personal al rechazar plantearse hacer algo similar en su familia. “Nunca he pensado en enviar a mis hijos a una escuela privada, pero respeto el derecho de todos a tomar sus propias decisiones acerca de los suyos”.

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