10 fotosVidas desfiguradasLa mayoría de las personas atacadas con ácido sufren alguna discapacidad posteriormente. Muchas nunca se recuperan Dacca - 17 mar 2014 - 19:41CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceAsia Khatun trató de proteger a su marido de un hombre que quería hacerse con el pequeño terreno de la familia, y el ácido le cayó por la espalda. Asegura que en Bangladesh no se hace justicia, pero confía en que Alá castigue a la familia que contrató al sicario que llevó a cabo el ataque.Zigor AldamaEl caso de Mossamat Selina continúa abierto, y ella vive con miedo. No es de extrañar, ya que quien la atacó vive en la cabaña de enfrente. Ella teme por sus dos hijos, y está embarazada de seis meses de un tercero.Zigor AldamaEn abril de hace dos años, Mossamat Selina salió de noche al baño y se encontró con el hermanastro del marido, que la atacó con ácido para conseguir así que le vendieran un trozo de terreno.Zigor AldamaAmina Khutun tiene ahora 19 años y su marido está a la espera de que el juez decida sobre la apelación de su sentencia de muerte.Zigor AldamaDespués de haber rechazado con 15 años una propuesta para mantener una relación sentimental con un joven, once hombres entraron en su casa y le rociaron la cara con ácido. "Si no eres para mí no serás para nadie", era el mensaje. Afortunadamente, después de varias operaciones tanto en Bangladesh como en Valencia, Nurun ha encontrado un nuevo propósito en la vida: ayudar a quienes han sufrido como ella.Zigor AldamaMamataz Mahal perdió un ojo y parte del cuero cabelludo en el ataque que sufrió por una disputa económica. Sus hijas también fueron heridas, ya que dormían todas juntas en la misma habitación cuando un hombre las roció con ácido. Ahora le preocupa no poder casar a la más pequeña por las heridas que todavía tiene.Zigor AldamaMamataz Mahal, en el centro, posa con sus dos hijas, Mosammat Rahima (derecha) y Mosammat Fatema (izquierda) sobre la misma cama en la que todas sufrieron el ataque con ácido. También dormía allí el hermano pequeño, que entonces tenía año y medio. "La vida es mucho más difícil desde ese instante", afirman.Zigor AldamaMonoara muestra las heridas que le provocó el ataque de su cuñado, que no aceptaba la relación de ella con su hermano. La denuncia que interpuso no prosperó por el soborno de policías y jueces, y ahora sobrevive a duras penas en una chabola de uralita gracias al dinero que le envía su hijo.Zigor AldamaMohammed Hazen Ali es un claro ejemplo de que los ataques con ácido no sólo afectan a las mujeres. A él le lanzaron ácido sulfúrico en la cara y el torso por haber delatado a un ladrón de bicicletas que se vengó de esta forma. "Es un dolor indescriptible. Sentí que la piel se fundía como el plástico que se acerca a una llama", describe.Zigor AldamaEl ácido, utilizado en Bangladesh y todo Asia, en la industria textil y para las baterías de coche, se puede encontrar en cualquier parte a un precio ridículo a pesar de que, teóricamente, la ley lo prohíbe.Zigor Aldama