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Netanyahu retira su “mesa inteligente” por miedo a espionajes

El Gobierno temía que las pantallas, con las que se pretendía ahorrar papel y facilitar el flujo de información en las reuniones, fueran 'hackeadas'

El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, sentado a la polémica mesa, en una reciente reunión del gabinete de Netanyahu.
El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, sentado a la polémica mesa, en una reciente reunión del gabinete de Netanyahu.Gali Tibbón (Getty Images)

Era inteligente, pero también vulnerable. La mesa en la que se han estado celebrando los consejos de ministros de Israel desde que se conformó el actual gabinete, el pasado marzo, ha tenido que ser desmantelada por el riesgo a que fuese pirateada y sirviese a los servicios de espionaje enemigos del país. El problema esencial son las tabletas, una por cada uno de los 21 ministros más la del primer ministro, Benjamín Netanyahu, conectadas a una red informática central. Estas pantallas, con las que se pretendía ahorrar papel y facilitar el flujo de información en las reuniones, son también una herramienta sencilla para que alguien se conecte a ellas de forma remota y grabe cada palabra que se pronuncie en la sala, reconoce Avihai Mandelblit, el secretario del gabinete, que ha confirmado el cambio al diario Yedioth Ahronoth.

Según confirman en la oficina de Mandelblit, la llamada “mesa inteligente” se comenzó a usar en la segunda reunión del consejo de esta legislatura, hace casi un año, como un proyecto piloto. La idea era acabar con el taco de folios que se entregaba a los ministros al inicio de las reuniones de cada domingo, aportando la información vía tableta –no ha trascendido de qué fabricante-. Ahí se colgarían el orden del día, los cambios incluidos sobre la marcha y los documentos de trabajo para el debate, usando una aplicación muy sencilla diseñada ex profeso. El sistema facilitaba, además, la votación de resoluciones, de forma digital, y permitía el intercambio de información entre departamentos que estuviesen trabajando en proyectos ramificados en varias áreas de poder.

No estaba conectado a Internet, por mayor seguridad. Esa carencia hizo que el sistema de mesa con tabletas no fuese muy “popular”, aunque había ministros como Yair Lapid, el titular de Finanzas y principal socio de Netanyahu, que sí tomaron la novedad como un progreso útil, explica uno de sus asesores.

Los servicios de informática del Gobierno israelí revisaron la instalación y le dieron el visto bueno inicial. Sin embargo, con el paso de los meses se han visto “lagunas” y por eso la pasada semana las tabletas fueron retiradas. No es el fin de la mesa mágica, sino sólo una “actualización”, resalta la oficina del primer ministro.

En estos meses, más allá del correcto o fallido funcionamiento del sistema en sí, se ha acrecentado el miedo al espionaje por los ciberataques constantes contra intereses israelíes por parte, sobre todo, de grupos defensores de Irán –ambos países están enfrentados por los avances del programa nuclear de Teherán-. Israel también ha sido vigilado incluso por países amigos como Estados Unidos: el pasado diciembre se conoció que la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana, había estado espiando a líderes locales como el ex primer ministro Ehud Olmert o el ex titular de Defensa, Ehud Barak, un comportamiento “inaceptable”, dijo entonces el Ejecutivo.

Ya por precaución, en este último año Netanyahu prohibió a su equipo que entrase al consejo portando teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tabletas o cualquier otro dispositivo electrónico, igualmente hackeables, una medida que aplica, por ejemplo, el presidente de EE UU, Barack Obama. Sin embargo, en un caso clásico de jutzpa nacional –algo a medio camino entre la audacia y la insolencia-, pocos de los ministros cumplieron la orden. La mayoría la ignoró. Algunos internautas han criticado a sus políticos por mandar mensajes de Facebook o tuits cuando se sabía que estaban a mitad de la reunión. También este comportamiento será ahora revisado, según la propuesta de seguridad, secreta, que el domingo expuso al gabinete el director de la Inteligencia Militar, el general Aviv Kochavi, según indica el diario israelí.

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