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Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

Lugares que ver antes de hacerte viejo: el Hoggar (Argelia)

Paco Nadal

El Sáhara es uno de los desiertos más grandes del planeta. Y el Hoggar, el macizo rocoso más grande de ese desierto. Un grupo de montañas de hasta 3.000 metros de altitud en medio de la nada más insondable, rodeadas de mares de arena y llanuras pedregosas donde las sombras queman y el viento arrasa.

El Hoggar es la insultante belleza de la piedra desnuda. O la excepción vertical al minimalismo del plano único que domina el gran desierto africano. Dicen que en torno a él se concentra la poca vida estable de este enorme espacio vacío de arena y piedra, incluida la principal -y única- ciudad de este extremo sur de Argelia: Tamanrasset.

Pero de noche, sentados en torno a una fogata en las cascadas de Tamekrest, a unos 45 kilómetros de Tamanrasset, nadie diría que estamos en la zona "más concurrida" de ningún sitio. Es más, lo único que se siente es el silencio infinito, una congoja intensa por la grandiosidad del escenario y de su bóveda celeste que llena el alma de sensaciones encontradas, pero en cualquier caso placenteras.

Dormimos al raso, a la belle etoile, como dicen los tuareg, con la esterilla extendida sobre la arena hasta que el amanecer nos sorprende con la suave bofetada del sol. Una caricia tierna pero traicionera, que encierra un aviso: en pocas horas esa misma bola dorada que ya caldea las arenas lanzará una lluvia de plomo fundido sobre la Tierra.

Los amaneceres del desierto siempre están precedidos por un ritual de ruidos. Primero suenan las voces apagadas de nuestros guías mientras recogen sus pertenencias; luego el tintineo de los vasos de cristal y de las teteras metálicas para preparar la primera infusión del día. Alguien toma un tronco de madera y lo enciende solo por un lado. La madera es un bien tan preciado en el desierto como el agua y no se puede malgastar. Otra persona coloca sobre la arena un plato con azúcar y otro con requesón de leche de camella. Comienza un nuevo día en las profundidades del Sáhara.

El macizo del Hoggar es una de las porciones más bellas del desierto sahariano. Se extiende al sur de Argelia y llega casi a la frontera con Níger. Las principales elevaciones (incluido el famoso pico Assekrem) se encuentran al norte de Tamanrasset mientras que hacia el sur los perfiles se suavizan y el macizo cambia su nombre por el de Tassili del Hoggar, una meseta de piedra desnuda salpicada por formaciones rocosas, dunas y oueds.

El Hoggar es una sucesión de formas y relieves difíciles de describir, donde se mezclan las grandes dunas de arena con las paredes verticales de negro basalto y las enormes montañas de piedra desnuda. Es la corteza terrestre más primigenia, fuertemente erosionada por los rigores del clima sahariano. El Hoggar es uno y son muchos a la vez porque su fachada cambia cada pocos kilómetros, rompiendo el tópico del desierto como escenario monótono y repetitivo.

Estuve por primera vez en Tamanrasseten la década de los 80, cuando sus calles rebosaban de mochileros, aventureros y buscavidas de todo tipo dada su condición de capital del sur del Sáhara y cruce estratégico de caminos entre el África negra y el Mediterráneo. Pero el turismo, uno de los motores económicos de esta remota zona del sur de Argelia, se vino abajo en 1992 cuando estalló la guerra civil en Argelia. Volví por allí en 2004, cuando una incipiente paz parecía que iba a devolver su esplendor a esta zona del Sáhara. Pero los tarados integristas de turno se encargaron de acabar con esa ilusión secuestrando a un puñado de turistas occidentales durante meses.

Ignoro cómo estará ahora Tamanrasset; no creo que sea el sitio más seguro del mundo para irse de vacaciones. Pero de lo que sí estoy seguro es de que esas montañas desnudas del Hoggar seguirán teniendo el mismo magnetismo y el mismo hechizo de siempre. Un infierno con temperaturas de 50° a mediodía que al atardecer se puede transformar en uno de los paisajes más bellos del mundo.

Comentarios

Paco, ya sabes que me encantas y que te sigo, pero deberías hacer alguna entrada para los que, por desgracia, tenemos menos recursos económicos y no podemos ir a esos sitios que tu nos recomiendas. Los "pobres" también nos merecemos que nos recomiendes sitios asequibles a nuestro bolsillo http://xurl.es/9ik46
Argelia es junto a Marruecos un país increible, lo tenemos tipificado como algo que no es... si duda es diferente, pero no nos podemos imaginar los contrastes que nos encontramos. Desde la costa norte, donde yo destacaria Oran hasta el sur con el desierto como decorado con todos sus colores y olores :-)http://mi-crucero.blogspot.com.es/2014/02/comunicaciones-bordo.html
Maravilloso texto, gracias una vez más por hacernos viajar tan lejos.
Muy bonito lugar, otro desierto con mucho encanto es el que llaman el Oasis de América, por algo será... http://www.zaiguaweb.com/2013/07/22/adrenalina-en-la-huacachina/
Paco, Paco. ¡¡Tú, y tus desiertos!!. Independiente-mente de que no es lo que 'geológica-mente' más me gusta, reconozco que me has hecho recordar "El cielo protector" de Paul Bowles. Espero que te encante este recuerdo.Un abrazo, campeón.
Tuve la suerte de poder conocer el Akakus, continuación de la zona que comentas en el blog, en suelo libio ( todavía se podía ir ), está cerca de Gat, capital de los tuaregs del sur de Libia, y son impresionantes los paisajes, la experiencia, las pinturas rupestres, etc.- Un saludo
Paco,Supongo que te gusta que se te mencione cuando te copian tus textos. Lo digo por que deberías de poner a los autores de las fotos. La primera por cierto es de Pichugin Dmitry como se puede ver en el enlace http://www.shutterstock.com/g/muha/sets/10755-algeria.Supongo que se habrá pagado por ellas. Esto es El País y no un blog cualquiera. :-)
El ego de Paco Nadal le debe impedir poner a los autores de las fotos, posiblemente lo mejor del articulo.Los fotógrafos tienen derecho a que se reconozca su trabajo. Y más en El Pais.
Muchas gracias Paco por tu aclaración y perdona de corazón si mi comentario te haya podido molestar. Obviamente no era mi intención. Al ser un aficionado a la fotografía, con alguna que otra venta, me chirría que no se pongan a los autores. Lo que no se es si el libro de estilo de El País obliga a indicar la procedencia, aunque solo sea la agencia. En cualquier caso perdona de nuevo.
Sin duda esas montañas del Hoggar conservarán ese magnetismo que tan bien describes. Qué maravilla esos amaneceres en el desierto entre las rocas rojizas.Siempre nos acercas a lugares bellos.Por cierto, tengo amigos viajeros que superan los setenta años y siguen viajando...de mayor quiero ser como ellos.Un abrazo fuerte desde la ciudad, y proyectando viajes futuros.
He disfrutado leyendo tus artículos sobre el desierto, me hubiera gustado ver algún video debe ser impresionante tener una visión de 360 º sin un solo árbol y con los colores especiales que tiene.
Coincido totalmente. Hice ese circuito en octubre del 2009 y ¡qué experiencia!... cada día un paisaje que nada tenía que ver con el del día anterior. Desde entonces no he parado de viajar a Algeria: Timimoun, Ghardaïa, Tigzirt, Blida, Alger... Y cuando pueda, Djanet.Gracias por poner palabras a mis recuerdos.
Crecí rodeado de aventureros que bajaban a Tamanrasset en moto, incluso a veces en ciclomotor.Cuando me llegó el turno, la situación política lo impedía.Ahora, tiene que ser en circuitos o contratando guías y personal de seguridad, además de restringir el acceso a la mayor parte del país.De momento sigue en mi lista de destinos.www.rollomotero.com
precioso! me encantaría fotografiarlo en persona!!http://walktoclick.wordpress.com/2014/02/10/more-from-madeira-love-it/
la verda pinta muy muy bien

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