La evolución del ligue. Y es que antes, las mujeres Musuo consentían el coito permitiendo al varón quitarles el pañuelo durante un baile alrededor del fuego. Ahora, como en todas partes, usan el 'whatsapp' y pasan del 'dj'.Albert JodarUn aula donde en otro momento se suele impartir física en una escuela secundaria para Musuos. A la derecha, el póster de Albert Einstein en posición precaria vigila que todo siga sumido en la relatividad.Albert JodarEste señor se llama Ake Tzer y, cuando se tomó esta foto, tenía 82 años y el hobby de rezar akrededor de la 'stupa' (templo) mientras recitaba oraciones. Este ritual suele ser cosa de mujeres mayores Mosuo, pero en el Yunnan no hay nada sino excepciones.Albert JodarUn niño de siete años llamado Dintzi espera a que uno de los cebos que ha colocado por el Lugu Hu de Ningland (cerca de la frontera con Sichuán) le dé la cena.Albert JodarUn despliegue para pedir protección a los dioses.Albert JodarEl dormitorio de una mujer Mosuo recreado en el museo de Luo Shi: en esa etnia, las mujeres son las que mandan: eligen a sus amantes y los invitan a habitaciones como esta, donde pasará lo que tenga que pasar. El hombre no invitado se quedará con las ganas. Si se les añade un 'tronista' se tiene éxito de audiencia.Albert JodarTraslado acuático de monjes de la orilla del lago Lugu hasta un monasterio situado en la isla del mismo. Todo esto para ir a rezar. Si, al menos, por el camino pescaran algo de cenar.Albert JodarUna mujer perteneciente a los Naxi espera el autobús frente a un enclave natural que estaba aquí desde que Dios se levantara el lunes a currarse el mundo. Detrás, un quitamiedos de última generación.Albert JodarLijiang, al norte de Yunnan, era la imagen viva de la China clásica hasta que un terremoto derrumbó 186.000 de sus viviendas. Desde entonces los seísmos se repiten dejando estampas como esta.Albert Jodar
