Arquitectura en paracaídas, fotógrafos con los pies en el suelo
FOTO: Duccio Malagamba. Palacio de Congresos en Dolian, China de Coop Himmelblau.
¿Están poniendo los fotógrafos el alma a los nuevos edificios? Hace años que la fotografía dejó de retratar la realidad. Eso se multiplica en el campo especializado de la fotografía arquitectónica. Se le pide a una imagen bidimensional que nos cuente un edificio, que comunique su respiración. Así, la fotografía ya ni retrata ni falsea, ha pasado a intentar capturar lo intangible, lo que no se puede ver.
El último Premio Arcaid de fotografía de arquitectura revela no cómo la fotografía es capaz de manipular la imagen sino como es capaz de inyectar vida a los espacios, lugares o interiores. Desde cómo se arraiga un edificio -en imágenes de Kem Schluchtmann que parecen más cercanas al National Geographic que a cualquier publicación sobre arquitectura hasta la narración implícita en la manera de contar de Duccio Malagamba cuando retrata el nuevo Centro de Congresos de Dalian. El inmueble de Coop Himmelblau refleja la nieve que un fotografo es capaz de espera a que caiga. Gracias a ese manto blanco, la dureza de la ciudad china desaparece y la suciedad del gris se cambia por la luminosidad del blanco. Vivimos un tiempo en el que tantas fotografías son mejores que los edificios. Sucede como con las modelos y las actrices: ni ellas pueden competir con la imagen de ellas mismas que venden las revistas.
Con todo, aunque el trabajo de los arquitectos consigue efectos asombrosos, difícilmente podrá superar un emplazamiento fuera de serie:
Ken Schluchtmann Trollstigen (Noruega) de Reiulf Ramstad Arkitekten
O un sencillo juego de sombras captado por un fotógrafo atento:
Fernando Guerra. Patio des Escolas de José Barra y Gonçalo Byrne
Cómo los ciudadanos se apropian de la arquitectura es una lección que ni arquitectos, ni fotógrafos ni políticos deberíamos despreciar ahora que los centros monumentales se llenan de hierros y pinchos que invitan a mirar sin tocar y a no sentarse en la calle, en un alfeizar o donde no se tenga que pagar.
Duccio Malagamba, interior Estadio Olímpico de Pekín de Herzog& de Meuron
Los mejores fotógrafos están atentos tanto al objeto que en tantas ocasiones son los nuevos edificios como al diálogo que éstos establecen con el contexto.
Tim Van de Velde, Mercado de Gante (Bélgica) de Marie-Josée van Hee y Robbrecht Daem Architects
Cuando un edificios es, finalmente, un objeto, puede también ser una escultura:
Tim Van de Velde, Capilla del hermano Klaus de Peter Zumthor (en Alemania).
un muro, aunque trate de disolverlo,:
Ken Schluchtmann, Pabellón Reinder de Snohetta en Noruega
O puede, incluso, parecer que llega de otra galaxia, sí, pero que todavía no ha aterrizado.
Adam Mørk, Blue Planet de 3XN en Dinamarca
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