Policía y civismo

La carta que, con el título ¿Policía protectora?, se incluye en la edición del 13 de octubre contiene elementos muy significativos de nuestra escasa educación cívica. La mujer del firmante tira un kleenex al suelo porque no ve una papelera cerca en vez de metérselo en el bolso y esperar a encontrarse con una, ya que las papeleras casi nunca están al lado. Y además dice que lo tira lo más cerca posible del bordillo, lo que ignoro qué disculpa añade, porque desde luego no es de mejor educación que tirarlo más lejos.

Al ser reconvenida por la Policía Municipal, lo justifica en la prisa, cuando guardar un kleenex no supone retraso alguno. Considera chulesco que se le pida recogerlo, justificando su negativa en que estaba manchado y usado, lo que implica que le parece adecuado que otro —el servicio de limpieza correspondiente— lo haga por ella.

Ignoro si tiene hijos y cómo los ha educado, pero lo normal es que sepamos desde pequeños que recogerlo es exactamente lo que hay que hacer. Y además llora y acepta que dos hombres acudan a recogerla. Su autor afirma que ellos son ciudadanos normales. Yo, sinceramente, espero que no.— Raquel Rico Linage.