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EL DEBUT

La dificultad de desprender psicomagia

La nieta de Alejandro Jodorowsky emprende una carrera en el cine y como 'it-girl' Ya ha conquistado a Karl Lagerfeld, que la cuenta entre sus nuevas musas

Alma Jodorowsky con Karl Lagerfeld.
Alma Jodorowsky con Karl Lagerfeld.Bertrand Rindoff Petroff (GETTY)

¿Se le da bien lo que hace?

Si se llamara Alma, a secas, la imparable actriz secundaria de La vida de Adèle —la película que ganó la Palma de Oro este año en el Festival de Cannes— sería una participante más que noble de la categoría de actriz-barra-modelo. Vive en París, donde es una de las favoritas de la casa Chanel; dedica sus ratos libres a cantar en un grupo de música intimista llamado Burning Peacocks y a pinchar discos de vinilo en un bar de moda de la capital francesa, y no tiene reparos a la hora de responder a entrevistas con intachables tópicos como “lo que me gusta de París es que se puede encontrar un lugar nuevo y secreto en cualquier momento”, “mi estilo se basa en todo lo que me rodea” o “me gusta mezclar influencias, mis favoritas son el Londres de los sesenta, los hippies de los setenta y el rock tenebroso de los ochenta”. Dentro de tres semanas cumplirá solo 22 años y esta chica llamada Alma ya tiene dominada la indómita profesión de it-girl.

Entonces, ¿cabe ponerle alguna pega?

Los problemas empiezan con su nombre completo. Alma se llama en realidad Alma Jodorowsky, y su abuelo es Alejandro, el inefable psicomago, autor, artista polivalente y cineasta chileno que aún goza de parte del seguimiento de culto que se granjeó cuando estrenó El topo (1970). Su tío es el excéntrico músico Adanowsky. Y su padre es el actor de teatro Brontis Jodorowsky, un hombre cuyo currículo sí rezuma la extravagancia familiar: a los seis años hizo de niño asesino bañado en sangre en El topo, y hace poco interpretó a su propio abuelo en la película autobiográfica de Alejandro, La danza de la realidad. La mayor influencia conocida del singular estilo Jodorowsky en Alma es que su nombre es un homenaje a la protagonista de Santa sangre, la película de Alejandro en la que aparecían tanto su padre como su madre, Valérie Crouzet. Casi parece decepcionantemente anodina.

¿Por qué méritos podemos defenderla?

No por ser de un género mucho más cotidiano es menos brillante la carrera de esta chica. Se dio a conocer el año pasado, cuando protagonizó un corto publicitario de las tiendas Opening Ceremony en el que se preguntaba por el sentido del amor frente a una máquina de escribir. En diciembre acudió a un desfile de Chanel y llamó la atención de Karl Lagerfeld, que desde entonces la invita a todos los eventos de la casa y le suministra ropa para sus apariciones en público. Tras el éxito en Cannes con La vida de Adèle, la Jodorowsky tranquila está rodando Kids in love, el debut en la dirección de la madre de todas las it-girls, Cara Delevingne.

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Sobre la firma

Tom C. Avendaño
Subdirector de la revista ICON. Publica en EL PAÍS desde 2010, cuando escribió, además de en el diario, en EL PAÍS SEMANAL o El Viajero, antes de formar parte del equipo fundador de ICON. Trabajó tres años en la redacción de EL PAÍS Brasil y, al volver a España, se incorporó a la sección de Cultura como responsable del área de Televisión.

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