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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Centro logístico de Cruz Roja en Canarias, enlace humanitario tricontinental

Ángeles Jurado

Benjamine Budiman (Lyon, Francia, 1985) aterrizó en Gran Canaria en el año 2007 con intención de aprender español. Voluntaria de la Cruz Roja en su tierra natal, llegó a España con un título en Comercio Exterior bajo el brazo y sin saber que, al poco tiempo, sería contratada como técnica de cooperación y se dedicaría a preparar envíos de asistencia humanitaria de emergencia para todo el mundo desde el Centro Logístico de Ayuda Humanitaria de la Cruz Roja en el Puerto de Las Palmas.

El centro donde trabaja Benjamine Budiman funciona desde 2009, con una media de 10 envíos al año, y se coordina con los otros tres centros logísticos de la Cruz Roja que existen en el planeta: Panamá, Kuala Lumpur y Dubai. A su lado, en unas enormes naves que miran hacia el Atlántico, se sitúan las instalaciones del centro logístico del Programa Mundial de Alimentos. El puerto de la capital grancanaria servirá de base también a USAID y pretende ofrecerse a más agencias humanitarias y ONG que quieran aprovechar su cercanía al continente africano.

Desde el centro logístico de la Cruz Roja en Las Palmas de Gran Canaria han salido envíos para Costa de Marfil durante la crisis tras las elecciones de 2010, el Mozambique anegado por las inundaciones este año o el Sahel en cuasi-permanente estado de alerta por la sequía, la hambruna y los desplazamientos de refugiados tras el conflicto maliense. Sin embargo y dada la posición de enlace tricontinental de las Islas, los envíos también se han destinado a la epidemia de cólera de Cuba este año o el célebre terremoto de Haití.

"Es una experiencia enriquecedora -explica Benjie, como la conocen sus compañeros y reza en el cartelito de su mesa de oficina, con vistas a barcos que se besan con un muelle- Aunque nuestro trabajo es una simple gotita de agua en lo que es la ayuda humanitaria a nivel mundial, no nos podemos engañar". Una simple gotita que no es tan pequeña para muchos refugiados por conflictos, crisis alimentarias o desastres naturales, como los 250.000 afectados por las últimas inundaciones en Mozambique o los haitianos para los que fletaron dos aviones enteros desde Gran Canaria.

La cadena logística de la Cruz Roja comienza por la selección de proveedores y el transporte de suministros, pasa por el almacenaje y finaliza con lo que es la intervención humanitaria en sí, ya sobre el terreno.

En los pales del centro logístico en Canarias se organizan cuidadosamente mosquiteras, mantas, bidones de agua, lonas y otros materiales básicos para montar un hogar de emergencia, empaquetados cuidadosamete para ocupar el mínimo espacio. Esa eficiencia es fruto de una experiencia de décadas, pero tambien evaluaciones constantes destinadas a revisar y mejorar procedimientos. Algo que revierte en una mayor velocidad a la hora de movilizar recursos y en una perspectiva práctica y directa sobre las necesidades básicas de cualquier persona que atraviese una situación de emergencia.

"Trabajamos tanto en contextos de emergencia como en situaciones de post-emergencia -precisa Benjie- En lo que es la emergencia en sí, en rotaciones de uno a tres meses, porque no hay horarios y hablamos de una experiencia agotadora, que quema mucho. Nuestra ventaja es que estamos implantados en prácticamente todos los países a través de nuestras sociedades nacionales. Tenemos ya recursos humanos sobre el terreno, con conocimiento del contexto y el país, de los idiomas que se hablan en él, de los proveedores más baratos, de las autoridades y demás. Podemos estar organizados a las 48 horas del llamamiento de ayuda. Primero utilizamos lo que tenemos en stock en el país y luego vamos reponiendo existencias y reajustando los recursos a la evolución de la situación. Las situaciones de emergencia son complejas, difíciles de anticipar al cien por cien".

Benjie muestra orgullosamente el material del que disponen para ser absolutamente autónomos sobre el terreno y montar su pequeña sede bien comunicada, iluminada y surtida con todo lo que puedan necesitar para trabajar en una situación de emergencia en perfecta coordinación entre sí y con otros actores humanitarios. También enseña los nuevos materiales para montar tanto hogares como escuelitas o pequeños hospitales y con los que trabajan en su amplio patio trasero. El centro alberga potabilizadoras y los recursos para que las familias puedan acceder a un agua segura y almacenarla y kits de todo tipo ajustados a situaciones de necesidad y caos.

"Los precios se disparan en el terreno en situaciones de emergencia, así que también hacemos preposicionamiento. Por ejemplo, un tiempo antes de que se den situaciones cíclicas y estacionales, de las que tenemos certeza de que van a repetirse, almacenamos suministros y los enviamos a la zona donde serán necesarios previsiblemente. Es algo que hacemos en contextos como las inundaciones. Además, simultaneamos permanentemente todos los aspectos del trabajo humanitario: búsqueda de donantes y donaciones, evaluación y trabajo en sí".

Benjie no se ha limitado a coordinar envíos desde Gran Canaria. Ha colaborado en el centro hermano de la Cruz Roja en Dubai y ha estado sobre el terreno en Mozambique.

La crisis y los recortes de los diferentes gobiernos de los que depende la Cruz Roja han empujado a la institución a centrarse más en empresas privadas que pueden donar locales y material o prestar servicios gratuitos. También a depender más de los socios, que son su garantía real de independencia. En Las Palmas de Gran Canaria, han encontrado colaboradores como estibadores y aduaneros y los servicios de las infraestructuras portuarias en toda su amplitud.

La crisis y la situación de Canarias hace que todos los ojos se vuelvan hacia el continente africano en las islas. Ya sea como opción para la internacionalización de las empresas, como apuesta para encontrar trabajo o como proveedor en lo que se está convirtiendo en una plataforma de servicios, comunicaciones y logística virada hacia África. En lo bueno y en lo malo.

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Sobre la firma

Ángeles Jurado
Escritora y periodista, parte del equipo de comunicación de Casa África. Coordinadora de 'Doce relatos urbanos', traduce autores africanos (cuentos de Nii Ayikwei Parkes y Edwige Dro y la novela Camarada Papá, de Armand Gauz, con Pedro Suárez) y prologa novelas de autoras africanas (Amanecía, de Fatou Keita, y Nubes de lluvia, de Bessie Head).

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