Registradores y químicos
Floriano tiene razón: ¡dónde se va a comparar un registrador de la propiedad con un químico! Sobre todo en el mundo de ficción en el que él parece moverse y levitar. Ahora bien: cuando la Vida se le aparezca —que se le aparecerá, seguro— en forma de enfermedad y de dolor, entonces más vale que no llame a la puerta del Registro sino a la de la Química. Aunque se le aparezca sólo un poquito, como, por ejemplo, con un simple dolor de muelas.
¡Qué transparente es la derecha de este desgraciado país! Y que no tiene remedio. Acordémonos de aquel comentario de prensa de derechas en relación con un accidente ferroviario de principios del siglo XX en España: “Afortunadamente, todos los muertos viajaban en tercera clase” O sea, que los muertos podrían muy bien ser químicos, pero nunca registradores de la propiedad.— María Navarro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.