Ronaldinho dice adiós a su sonrisa gamberra

Irrumpió hace 10 años en el aeropuerto de El Prat, camuflado con unas gafas de grandes dimensiones, el saludo surfero por bandera y una R de oro blanco y brillantes engarzada al cuello. Su seña de identidad era, sin embargo, dos incisivos rebeldes y alborotados que deterioraban su fotogenia, pero que encandilaron a la afición del Barça de inmediato. Una impronta tan característica como sus goles -110 con la camiseta azulgrana-. Un símbolo que hoy día ya es cosa del pasado.

En un arranque de coquetería, Ronaldinho ha decidido pasar por el quirófano para corregir su boca y lucir una hilera de dientes perfecta. Adiós a esa divertida estampa. Un fotograma que aún recuerdan los hinchas. Esa encía superior tan prominente, esa dentadura desordenada que reveló tantas noches de gloria. Una rasgo que suscitó la mofa de algunos rivales y la réplica de El Gaúcho.

Nadie tiene unos dientes tan lindos como los míos. ¿Por qué se ríen?”, decía el brasileño en 2006

“Nadie tiene unos dientes tan lindos como los míos. ¿Por qué se ríen?”, se defendía en 2006. Ha debido de cambiar de opinión Ronnie, de 33 años y reciente ganador de la Libertadores con el Atlético Mineiro. El brasileño, que aspira a engatusar al seleccionador Luiz Felipe Scolari para disputar el próximo Mundial, se sometió a una cirugía estética en las encías y los dientes.

“No mermará su rendimiento”, se apresuró a señalar su hermano y agente, Roberto, al portal brasileño Globoesporte. En concreto, el exjugador del PSG, Barcelona, y Milan, entre otros, se colocó carillas de porcelana que cubren el frontal del diente para "enmascarar" problemas estéticos.

El resultado de la intervención se podrá ver este jueves en el duelo que medirá al Mineiro frente al Bahía. Dinho lucirá nueva sonrisa; los aficionados, tal vez, echen de menos la otra versión. Aquella dentadura gamberra que sedujo al Camp Nou.