¿Qué hago? ¿Qué hacemos?
Abril de 2007, muere mi padre. Meses después solicito la baja al 1004 de su línea fija en Gandia, pero me convencen y acaban vendiéndome “la línea vacaciones” con toda clase de ventajas y ninguna desventaja.
Abril de 2013, cinco años después, me facturan a mi nombre un importe de 49,89 euros, sin previo aviso, por no haber activado la línea. Devuelvo el recibo bancario.
Infinidad de llamadas al 1004, eficacia y responsabilidad nula: Jacqueline, Renzo, Jennifer; supervisores que me llamarán e intentos para venderme Imagenio. Continúan llegándome facturas nuevas, pese a la baja definitiva, por fin, el 16 de abril de 2013. Las devuelvo. Más llamadas y cabreos al 1004. Escraches postales de abogados. Dicen tener un informe de solvencia positivo mío y, por tanto, me van a embargar por la cantidad reclamada. Pero cambian la estrategia, sin previo aviso, me cortan otra línea fija, la de mi domicilio en Dénia al corriente del pago desde 1987.
¿Cómo me defiendo ante semejante abuso de poder? ¿Dónde está escrito que se pueda cortar un servicio con más de 25 años sin ningún recibo impagado? ¿Qué hago? ¿Qué hacemos?— Vicent Frau Ribes.
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