Martínez de Irujo apela y presenta una queja a la Asociación de la Prensa

Cayetano Martínez de Irujo, condenado el viernes pasado a seis meses de cárcel y a pagar una multa de casi 4.000 euros, va a apelar la sentencia recibida por la agresión a dos fotógrafos a los que según el dictamen incautó material gráfico. Además, el menor de los hijos varones de la duquesa de Alba ha decidido presentar una queja ante la Asociación de la Prensa para evitar "que personas desconocidas y que en algunos casos se hacen pasar por periodistas, denigren la profesión y en ocasiones infrinjan el código deontológico de la digna profesión de informador al ciudadano".

Marcos García-Montes, abogado que representa a Martínez de Irujo, ha emitido un comunicado en el que además de informar de las decisiones que ha tomado su cliente matiza que este carece de antecedentes penales pese a lo "manifestado de forma injusta".

Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba, mantiene desde hace años una complicada relación con los medios de comunicación. La sentencia es consecuencia de un altercado con unos fotógrafos en 2009. Por ellos el aristócrata fue condenado ayer a seis meses de cárcel y a pagar una multa de 3.831,58 euros a la empresa Aprok Imagen por los daños sufridos en el material gráfico sustraído a dos fotógrafos. Así lo dicta una sentencia del juzgado de lo penal número 21 de Madrid.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 24 de junio de 2009 cuando Cayetano, que se encontraba cenando en un restaurante de Majadahonda. Al ser advertido por el maître de la presencia de unos paparazis, se dirigió hacía uno de los fotógrafos y tras un forcejeo terminó golpeándole en la cabeza, lo que le produjo un traumatismo craneoencefálico, según la sentencia. En ese momento, un compañero que intentó mediar se llevó la peor parte al recibir un puñetazo del conde de Salvatierra que no solo le fracturó los huesos nasales, sino que además se llevó su cámara.

Según el juez, los dos agredidos son periodistas que esperaban en el exterior del restaurante para realizar “unas fotos por sorpresa de Cayetano Martínez de Irujo a su salida del establecimiento donde se encontraba cenando con otra persona”. Durante el incidente, el hijo de la duquesa de Alba le quitó la cámara a uno de los fotógrafos, que ha sido valorada, con su objetivo, en 3.831 euros, y que nunca le devolvió.

En el juicio, el acusado negó haber agredido a alguien y explicó al juez su reacción por la “inquietud” que tenía ya que en esa época su hermano Jacobo había sido objeto de vigilancia por parte de ETA.

El juez ha absuelto al conde de Salvatierra de otro delito de lesiones del que era acusado por los agredidos y por el que se enfrentaba a una pena de doce meses de prisión.