La nieta de Mao es millonaria
La inclusión de Kong Dongmei en una lista de las personas más ricas del país ha provocado una oleada de críticas y acusaciones de hipocresía en las redes sociales chinas
Ser rico es el sueño de la mayoría de los chinos, incluidos algunos descendientes de Mao Zedong. El líder chino Deng Xiaoping puso el país en esta senda cuando, tras lanzar en 1978 –dos años después de la muerte del Gran Timonel- el proceso de apertura y reforma, exhortó a sus compatriotas con la siguiente máxima: “Hacerse rico es glorioso”. Esta frase y aquella otra pronunciada también por Deng –“Qué más da que el gato sea blanco o sea negro, lo importante es que cace ratones”- se convirtieron en fuente de inspiración de un país deseoso de dejar atrás la pobreza. El Pequeño Timonel rompió así con el legado de Mao, quien falleció en septiembre de 1976 probablemente sin imaginar el giro radical que iba a experimentar China tras su desaparición.
El mundo de Mao –la sociedad igualitaria, la supresión de las clases adineradas, la lucha contra la propiedad privada- se esfumaron poco a poco con los años. Pero el fundador de la República Popular China en 1949 sigue siendo venerado por muchos chinos, que, a pesar de los excesos de su mandato, echan de menos los tiempos en que la gente creía en algo –el comunismo- y no solo en “hacerse rico”, e identifican su nombre con una sociedad más justa.
De ahí que la inclusión de su nieta Kong Dongmei, de algo más de 40 años, y su marido, Chen Dongsheng, en una lista de las personas más ricas del país ha provocado una oleada de críticas y acusaciones de hipocresía en las siempre activas redes sociales chinas.
La pareja figura en la posición 242 de la clasificación publicada este mes por la revista financiera china Nueva Fortuna, con una riqueza estimada en 5.000 millones de yuanes (620 millones de euros).
Kong es nieta de Mao y su tercera esposa, He Zizhen. En 2001, abrió una librería en Pekín, con publicaciones sobre el Gran Timonel y promoción de la cultura roja, después de haber estudiado en la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). En 2011, se casó con Chen, que controla una compañía de seguros y una casa de subastas, entre otros negocios, tras haber mantenido la relación sin estar casados durante 15 años, según la revista.
Los internautas chinos –gran parte de los cuales no conocieron los tiempos de Mao- han calentado el debate sobre Kong en los servicios de mensajes cortos como Weibo –similar a Twitter-, donde ha sido acusada por algunos de traicionar la posición de “gran maestro de la revolución proletaria” de su abuelo y de violar la política de hijo único. Nueva Fortuna afirma que el matrimonio tiene dos hijas y un hijo.
“La descendiente del presidente Mao, quien nos condujo a la erradicación de la propiedad privada, se casó con un capitalista y violó la política de planificación familiar al tener tres niños de forma ilegal”, ha escrito Luo Chongmin, un consejero gubernamental en el suroeste del país, según la agencia France Presse.
China limita a uno el número de hijos que pueden tener la mayoría de las parejas en las zonas urbanas. En las rurales, pueden tener dos si el primero es niña. La política del hijo único fue instaurada en 1979.
Otros internautas han argumentado que los millones pertenecen a su marido, que este se hizo rico antes de que la pareja contrajera matrimonio, y que Kong, simplemente, se casó con un hombre adinerado.
La figura de Mao es ubicua en China, especialmente en las zonas rurales, donde su fotografía ocupa un lugar destacado en muchas casas. Su retrato preside la entrada de la Ciudad Prohibida, en la plaza Tiananmen, en Pekín. Bajo él, se retratan cada día sin cesar los grupos de turistas llegados de todos los rincones del país.
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