El control de la economía
Ver a los gobernantes tratando de mover un indicador hacia arriba o hacia abajo es como ver a un niño empujando a un elefante remolón. Su influencia es más bien nula y al final el elefante va donde quiere. Yo creo que esto se debe a que la economía mundial se ha ido convirtiendo en un complejo ecosistema cuya evolución es impredecible. Son demasiados factores inestables interrelacionándose en dinámicas cambiantes como para poder comprenderlos. Cada factor influye, afecta y modifica a todos los demás de un modo imposible de comprender. Cada vez es más frecuente ver cómo los gobernantes desarrollan políticas que terminan consiguiendo el efecto contrario. Su ingenuidad es considerar que, después de globalizar la desregulación económica, el sistema resultante sigue siendo controlable. Pero ni lo es ni nos sirve. Porque hace muchos años que su único objetivo es crecer, aunque para hacerlo tenga que destruir el planeta o a quienes lo habitamos.— Pablo González Caballero. Madrid.
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