Leyendo a Rubalcaba
Agradezco al jefe de la oposición que haya aclarado alguna de sus opacas declaraciones. Debo, sin embargo, comentar alguna de ellas. Según dice, no se refería al capitalismo en sí, sino a la desregulación, cuando afirmaba ser “anticapitalista radical”. No obstante, que se deje campar a sus anchas a los poderosos y a los grandes financieros, no es asunto del capitalismo, ni siquiera del socialdemócrata que Rubalcaba menciona como si se tratara de un ente benéfico, sino de los políticos. Hay Gobiernos socialdemócratas que son infinitamente más sumisos al gran capital que los Gobiernos más capitalistas y desreguladores del mundo, y no miro a nadie.
En cuanto a lo de los billetes, me parece que es un truco infantil. El dinero que en la actualidad fluye globalmente por trillones todos los días no se controla mediante la eliminación de unos billetes. Es una medida populista que tiene titular asegurado, pero no afecta a los que de verdad manejan el dinero. Imagino la risa que debe de darle a cualquier mafioso o a Morgan Stanley o a Soros que le prohíban usar billetes de 500.
De todos modos, que Rubalcaba trate de hacerse entender es digno de aprecio. Otros políticos ni siquiera lo intentan.— Félix de Azúa.
