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Muere la última beguina

Murió mientras dormía sin saber que cerraba la última puerta de la existencia de las beguinas. La hermana Marcella Pattyn, fallecida el 14 de abril a los 92 años, era la última representante de la una de las experiencias de vida femeninas más libres de la historia, según los expertos. En la Edad Media, entre la rigidez de los estamentos religiosos, empezaron a aparecer comunas de estas mujeres que iban por libre, eran democráticas y trabajaban para obtener su propio alimento y hacer labores caritativas. Eran comunidades de mujeres espirituales y laicas, entregadas a Dios, pero independientes de la jerarquía eclesiástica y de los hombres.

Surgieron en un momento de sobrepoblación femenina, cuando dos siglos de guerras habían acabado con una gran proporción de los hombres y los conventos estaban colmados como la alternativa al matrimonio o a la clausura. Corría el siglo XII y las comunidades de beguinas, mujeres de todas las clases sociales, empezaron a extenderse en Flandes, Brabante y Renania. Gracias a las labores que hacían para la comunidad, eran enfermeras para los enfermos y desvalidos y maestras para niñas sin recursos, e incluso fueron responsables de numerosas ceremonias litúrgicas, muchas familias adineradas les dejaban herencia y mujeres ricas se instalaban en beguinajes.

La mayoría de hermanas practicaban algún arte, especialmente la música –Pattyn tocaba el banjo, el órgano y el acordeón-, pero también la pintura y la literatura. Los expertos consideran a poetas como Beatriz de Nazaret, Matilde de Madgeburgo y Margarita Porete precursoras de la poesía mística del siglo X VI, además de las primeras en utilizar las lenguas vulgares para sus versos en lugar del latín.

Vivían en celdas, casas o grupos de viviendas, declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, y podían abandonarlas en cualquier momento para casarse y formar una familia, pero a nivel espiritual no se casaban con nadie más que con Dios y los más desfavorecidos. También formaban partes de estos grupos mujeres casadas que se identificaban con el deseo de llevar una vida de espiritualidad intensa en los beguinajes de sus ciudades.

Elena Botinas y Julia Cabaleiro definen el movimiento en Las beguinas: libertad en relación como lugar espiritual y pragmático a la vez, que rompe con la diferenciación que la Iglesia imponía entre la oración y la acción: “Un espacio que no es doméstico, ni claustral, ni heterosexual. Es una espacio que las mujeres comparten al margen del sistema de parentesco patriarcal, en el que se ha superado la fragmentación espacial y comunicativa y que se mantiene abierto a la realidad social que las rodea, en la cual y sobre la cual actúan, diluyendo la división secular y jerarquizada entre público y privado y que, por tanto, se convierte en abierto y cerrado a la vez”, explican.

Según la versión más extendida, un grupo de mujeres construyeron el primer beguinaje en 1180 en Lieja (Bélgica), cerca de la parroquia de San Cristóbal y adoptaron el nombre del padre Lambert Le Bège. Otras versionesapuntan a que “beguina” significa, simplemente, rezadora o pedidora (de beggen, en alemán antiguo, rezar o pedir) e incluso, en la versión menos compartida entre los historiadores, a que su existencia se remonta al año 692, cuando santa Begge habría fundado la comunidad.

Tuvieron dos siglos de expansión rápida pero las denuncias de herejía las frenaron cuando la Iglesia empezó a ver que atraían donaciones “que les pertenecían”. Se instalaron en todas las grandes ciudades francesas y alemanas, pero la persecución las hizo volver a recogerse en Bélgica, de donde venían. Pagaron por las libertades que habían adquirido, económica, social y religiosa incluso con la muerte. Marguerite Porete fue quemada viva en 1310. Las acusaban de aturdir a los monjes y de encandilarlos cuando acudían a confesarse a los monasterios vecinos y las trataron como a las únicas mujeres libres de la época: las brujas. “El movimiento de las beguinas seduce porque propone a las mujeres existir sin ser ni esposa, ni monja, libre de toda dominación masculina”, explica Régine Pernoud en el libro La Virgen y sus santos en la Edad Media. Y así como sedujo a las mujeres, inquietó a los hombres.

Con sus conquistas volvieron a casa. Regresaron a los Países Bajos y Bélgica, aunque resistieron algunos beguinajes alrededor de Europa. La mayor comunidad se recluyó en un gran beguinaje en Cortrique la población del sur belga donde murió Marcella Pattyn la semana pasada. Después de que su modo de vida sin reglas y sin amos hubiera enfurecido a los garantes del orden, renunciaron a cierto radicalismo y optaron por convivir con la Iglesia para asegurarse la subsistencia, durante siglos, hasta morir hoy en silencio.

Imágenes: Les Béguines de la ville de Goes, Hollande, à l'office de Cecil Jay.

Beguinaje de Saint-Amandsberg (Gante, Bélgica) ©OUR PLACE The World Heritage Collection UNESCO

Comentarios

Si alguien visita Lovaina (Leuven en flamenco) que no deje de visitar su precioso Groot Begijnhof o Grand Béguinage que es Patrimonio Mundial de la Humanidad http://en.wikipedia.org/wiki/Grand_B%C3%A9guinage,_Leuven
http://nelygarcia.wordpress.com. La vida en libertad sin dogmas, ni imposiciones, siempre seduce; pero creo que cuando se fundan comunidades, “sean laicas, o religiosas” y estas se convierten en masas, reducen sus libertades y fomentan la competición y envidia, de otras. Creo que la verdadera libertad se practica en solitario, sabiendo adaptarse a las circunstancias y procurando vivir en armonía, con lo que su ser más íntimo desea, con ética y perseverancia.http://www.fabook.com/pages/Nely-Garc%C3%ADa/368054793274553?ref=hl
¡Apasionante! . El día que las mujeres tomen las riendas de sus propias vidas, ajenas a los condicionantes sociales y a las presiones políticas (y religiosas), la sociedad dará un salto inimaginable.
Otro ejemplo más de la intolerancia de la Iglesia contra las mujeres, no quiero ser tan rigida en mis comentarios pero es que despues de leer por ejemplo este articulo que demonios se puede opinar sobre el clero sea este del credo que sea.
Creo que la de las beguinas es una historia apasionante pero que no conviene idealizar. Como producto de las multiples guerras que asolaban Europa, la población femenina era más numerosa que la masculina, y en vez de recurrir a soluciones tipo poligamia, como en algunas religiones, se recurrió a las beguinas. Conozco alguna de ellas en Bélgica, la de Lovaina es preciosa. Pero de ahí a cantar las excelencias del modelo me parece ingenuo y un poco bobalicón. Creo que la mayoria de las mujeres hubieran preferido vivir en pareja y éste era un ultimo recurso. No mitifiquemos por mitificar.
Me resulta muy triste leer esta noticia porque creo que el modelo de vida de estas beguinas sería perfectamente posible de mantener con ese estilo de libertad e independencia, aunque tampoco ello resultara nada grato a la jerarquía y la disciplina que impone el clero. Me identifico con estas beguinas y quisiera creer que de alguna forma sobrevivirán en el tiempo.
No entiendo el comentario de Juan Carlos. Me pregunto quién está idealizando nada. "Cantar las excelencias" en primer lugar no me parece sinónimo de idealización y en segundo lugar, me parece una opción tan válida como casarse o meterse a monja, o "sacar rentabilidad" a tu cuerpo. Saludos.
Una historia apasionante y muy poco investigada, pues la Historia, al igual que otras disciplinas, habitualmente peca de insistir en su enfoque patriarcal. Afortunadamente la renovación de la investigación histórica ha posibilitado numerosos estudios sobre historia de género (entre muchas otras orientaciones) que abren nuevas puertas en nuestro conocimiento del pasado y que nos permiten trabajar para romper ciertos tópicos, como que las mujeres siempre han estado sometidas. Es muy curioso ver como esta idea tan extendida pierde su fundamento conforme retrocedemos en el tiempo. En los primeros años de la Edad Media, antes de que la Iglesia y las Instituciones recuperaran y monopolizaran las esferas de poder, esta "falta de control" posibilitaba ciertas libertades que siglos después fueron reprimidas con la llegada de la Contrareforma, que dentro de su programa dogmático y de férreo control contribuyó a asentar un régimen patriarcal que aun hoy se mantiene. Ojo, esto no significa que los primeros siglos de la Edad Media fueran el paraíso terrenal de las mujeres, pero si se tienen pruebas de que existía una libertad de movimientos mucho mayor de la que solemos asociar con esa época de oscurantismo que (tristemente) sigue siendo la Edad Media. El mito del constante progreso del ser humano nos lleva a analizar el pasado por encima del hombro, como si nuestra época fuese el tope de perfección y las épocas lejanas no nos pudieran aportar nada más allá de curiosas anécdotas. Nada más lejos de la realidad, pues a menudo el conocimiento nos corrige de esta visión reduccionista. Paradogicamente fue el dogma impuesto durante la Época Moderna el que aisló a estas simbólicas comunidades de beguinas, y aunque esta represión se pueda atribuir principalmente a la religión, lo cierto es que movimientos culturales como el humanismo o siglos más tarde, la Ilustración, hicieron suyos los mismos esquemas patriarcales que se potenciaron con la Contrareforma. Y ya en el siglo XIX el liberalismo, a menudo presentado como el gran paso emancipador del ser humano, tardó años y años en tener en consideración el papel de la mujer dentro de la sociedad.
En algun momento deberiamos plantearnos si el mundo contruido en las ultimas decadas sobre principios materialistas tiene sentido.
Hola a tod@s:En España existen Beguinas, no viven en comunidad, cada una tiene su trabajo, y realizan proyectos sociales, para ayudar a los demás. Habrá muerto la última beguina de Bélgica, pero, no su espíritu, en España hay muchas mujeres beguinas q trabajan con el mismo ideal. Las podéis encontrar en Facebook
Bonita historia, es un tema interesante, que raro que ni se mencione en libros de historia, yo ni sabía que existían.
Muchas gracias a los autores de este artículo, por sacar a la luz esta interesante página de la historia de las mujeres y su participación en el desarrollo de la vida espiritual y social. Sin lugar a dudas, ellas también formaron parte de la consecución de las libertades que la sociedad y las mujeres en particular, que se han venido disfrutando y conquistando a lo largo de varios siglos. ¡¡¡ Parece mentira que aún hoy existan tantas dificultades para que ellas puedan ejercer el sacerdocio en las distintas confesiones religiosas que existen en el mundo!!? También parece mentira, que se les siga negando el liderazgo en las ciencias, la cultura y la política mundial.
Felicidades por el artículo, el tema lo conocía pero me habéis aclarado dudas.Si visitáis la ciudad de Ámsterdam, no dejéis de visitar su birguinario, es precioso, recogido en torno a un patio ajardinado con su pequeña Iglesia interior y además en el encontrareis, según las guías turísticas, la única casa de madera de la ciudad.
Yo vivo en Lovaina y es verdad que el beaterio grande de beguinas (beguinage es un préstamo del francés), Groot Begijnhof en neerlandés, es muy bonito. Es de los mejor conservados gracias a que ahora pertenece a la KUL (Katholieke Universitiet Leuven), que alquila sus casitas a investigadores que pasan temporadas cortas en la ciudad (hay una buena lista de espera, normalmente). Pero en muchas otras ciudades hay otros ejemplos: en la misma Lovaina hay un beaterio pequeño, el de Brujas es muy típico, el de Kortrijk es probablemente el más céntrico, el de Ámsterdam es, ciertamente, una sorpresa muy agradable y también céntrico, y muchos más: Gante, Lier, Diest...En cuanto a la historia de las beguinas, por una parte demuestra que la mujer sigue siendo, todavía hoy, discriminada en muchos aspectos, unos más sutiles que otros y en unas partes del planeta más que en otras, pero queda muchísimo por hacer. Sin ir más lejos, aquí en Flandes es noticia los últimos días que por fin se presentan mujeres como candidatas a rector (a rectora) en dos universidades: Gante y la misma Lovaina. Pero no ganará ninguna, ya lo veréis.
Susana: el comentario es muy sencillo y creo que todo el mundo lo entiende. El origen de las beguinas no es el de un grupo de mujeres que quieren ser libres, independientes y vivir fuera de toda regla, es más sencillo y muy comprensible, había más mujeres que hombres y algunas mujeres se organizaron así. Es una opción muy respetable, pero su origen no es como consecuencia de buscar la libertad y no someterse a ninguna regla, pues en ese caso se hubieran organizado fuera de una religión establecida, es simplemente que no había opción de seguir el camino convencional, que era casarse. A partir de ahí se puede idealizar la situación o se puede analizar objetivamente. Así de claro para el que quiera entender. Yo por mi parte opto por lo segundo, esperando que eso no agreda a quienes libremente prefieren idealizar que es que parece que hay personas muy sensibles a la hora de respetar la opinion de los demas.
En castellano se dice beguinato o beaterío (aunque esta última palabra se use más en sentido peyorativo). La palabra "beguinage" (del francés "béguinage") NO EXISTE, y de hacerlo su última sílaba se escribiría con J en lugar de con G.
La palabra exacta es beguinato, o así es como viene en todos los libros de historia. Efectivamente fue un movimiento muy interesante y en el que te paras si eres estudiante de historia. Pero el beguinato no sorprende más que los ¿eran anabaptistas?- no confundir con otra religión- creo que era anabaptistas. Sus miembros se llamaban así porque no creían en el bautismo. Fue una herejía pero creo recordar que se considera el primer experimento de comunismo. Pero además los albigenses decían otra cosa rara que no recuerdo y fue por ellos por los que se montó el Santo Oficio. La Inquisición no fue un invento español, sino francés. La Edad Media es un mundo muy rico y parece que lleno de sorpresas para los legos. Os asombraría saber que el pudor en la Edad Media apenas existía; no era tan extraño ver a hombres y mujeres semidesnudos por la calle y aparearse. la Edad Media es como te la cuenten.Gracias a las personas (Quique Morales y Gloria) que han contribuido en forma de información de albergues en los que se puede estar sino en régimen de beguinato al menos evocándolo.
Juan Carlos, lo de querer vivir en pareja sí me parece una mitificación. Me especialicé en Historia Medieval y en la facultad aprendí cómo numerosas mujeres, a menudo vírgenes aun adolescentes, se automutilaban antes que casarse con los señores de 70 años a los que sus padres las prometían. Si bien el beguinaje podía ser una alternativa digna en época de escasez de maridos, no hay que descartar que algunas mujeres lograran entrar en ellas para hacer una vida alternativa. En cuanto a estar vinculadas a la iglesia, cualquier otra alternativa significava la hoguera...
Don Quijote, en el capítulo XIV de la primera parte, hace una defensa enconada del discurso de una pastora, Marcela, que reclama hacer de su vida un acto de libertad y autonomía sin dependencia de ningún hombre. Representan las beguinas también el mito clásico de Diana.
La libertad es una elección que toma uno solo, pero eso no significa que la elección sea la soledad.
Las beguinas actuales militan en "Femen".
Bonita e interesante historia, debería haber mas personas como ellas entregadas a los demás y sin atadurasFelicidades
Me ha gustado el artículo y saber de tales grupos humanos, de los que no había oído hablar, sin tener que ver con la o las religiones. La situación a la que hemos llegado en nuestras sociedades capitalistas, materialistas e individualistas (salvando los grandes beneficios del desarrollo de cada individuo, que no tiene nada que ver con este "cada un@ un coche, una casa, una lavadora etc..." ciertamente se puede tildar de esclavismo y de manipulación del tal individuo. Me parece una opción en el abanico de buenas opciones.

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