Desánimo generalizado
Cada día me doy cuenta de que la mayoría de personas que me rodean, ya sea en el transporte público de mi ciudad, en la calle caminando o bien parados en los escaparates de tiendas, reflejan en sus rostros desgana, desilusión y apatía. Es una sensación que me angustia a diario y que me acompaña en mi recorrido por la vida. Pienso que no es justo, porque esas caras son el resultado de actitudes imperdonables de otros, de aquellos que dirigen nuestras vidas hacia el abismo de la pobreza, el fracaso y la desilusión. Políticos sin escrúpulos, ladrones de guante blanco y vividores por encima de sus posibilidades a costa de todos los que caminan junto a mí. Cuerpos con mentes desesperadas por sobrevivir cada mes sin caer en la destrucción de sus vidas, aquellas que una vez fueron simplemente sencillas.— Sandra Cruz Sarrias.