La mafia ‘choni’
Respecto al ni contigo ni sin ti que se trae Belén Esteban con Fran, yo que ella abría el abanico, será por tíos. Hay amores que ciegan, amores que matan y amores que imputan
Me vas a llamar masoca, y eso no te lo consiento, que fue empezar a leer 50 sombras de Grey, quedarme frita, caérseme el tocho a plomo y cambiar todas las uñas de los pies del ladrillazo. Yo, pinchazos, jueguecitos con fuego y ataduras, las justas. Las justas y necesarias para chutarme mis ácidos, abrasarme con mis láseres y momificarme con mis vendas anticelulíticas. Por eso, ya puesta, prefiero el sado. Nada del bondage de nenazas del tal Grey, sino el extremo de Merkel y Dijsselbloem. Fíjate si apretarán las tuercas, los salvajes, que hasta Rajoy, ese bendito sumiso, ha dicho con la boca pequeña hasta aquí hemos llegado. Pero yo a lo mío, que me delato: la tele, el cuché, las redes sociales. El cotorreo, vamos. Ahí ni la comunitaria, ni la albano-kosovar, ni la china. La que controla el mercado es la mafia choni.
Y no hablo solo del Ama Suprema, Belén Esteban, esa deidad todopoderosa que cada vez que tuerce el morro y dice que se larga de Sálvame porque algún mortal le lleva la contraria, tiembla el misterio, perdón, el audímetro. Como que hasta la Gran Madre Ana Rosa le ha soltado una homilía y se ha ofrecido a ayudarla a dejar las sustancias. Si es por eso, vaya mi solidaridad, Esteban, que aquí todos nos ponemos de algo para soportar esta vida perra. Ahora, respecto al ni contigo ni sin ti que te traes con Fran Álvarez, ese Adonis, yo que tú abría el abanico, será por tíos. Pero tú misma, princesa. Hay amores que ciegan, amores que matan y amores que imputan. ¿O no, Cristina?
Hablando de Apolos —el cornete no, el dios grecorromano—, resulta que Kiko Rivera y Jessica Bueno han roto. Bueno, que han vuelto a romper por enésima vez desde que se liaron. Lo anuncia él, así en confianza, a sus 825.000 seguidores en Twitter. “Es una pena, pero así han venido las cosas”, filosofa el niño Pantoja, deshechito. Para mí que lo que les pasa es que la convivencia, la paternidad, la vida les viene grande, y eso que el bebé aún no anda. Por lo visto ella se queja de que él no para en casa. Y digo yo, Jessi, mona, de un DJ de masas con hits como Quítate el top y Chica loka, ¿qué esperabas?
Al final, el más formal va a ser Falete. La Venus de Splash, famosos al agua, que antes se tiraba de cabeza a todos los pozos menos a la piscina del concurso, está enamorado. Ahí lo tienes, en Diez Minutos, más ancho que largo del bracete de su chico. Conjuntadísimos los dos con su túnica seudo-Custo, sus Carrera del top manta y su amazona Loewe de los chinos. Con el debido respeto a la Oficina de Patentes, la SGAE y la ley Sinde, me rindo ante tamaño aplomo. Falete, rey, no serás Míster Elegancia, pero eres único en tu género.
Y es que el chonismo no entiende de sexos ni fronteras ni clases. Mira a Kim Kardashian, tan preñadísima que a su lado Beyoncé parece Twiggy. O a Shakira, con unos plataformones de drag queen y unas raíces de Kunta Kinte paseando jamoncísima al rorro con la suegra. Hips don’t lie, vale, pero el pandero tampoco, diva. Ahora que para loba, la Trierweiler, la primera dama francesa. El otro día le arreó un mamporro a un cámara que acosaba a su hombre. Y es que una choni es una choni, aquí y en París. Y Valerie por su François ma-ta.
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