Cinco semanas y una vida
La desaparición de Bigas Luna ha sido algo muy doloroso, difícil de explicar. También en abril, pero de hace ahora justo 20 años, me uní como meritorio de cámara al equipo de la película Huevos de oro. Fue tal vez una de las mejores experiencias que me haya tocado vivir. Junto con José Luis Alcaine y Andrés Vicente Gómez formaban un grupo de talentos inigualable. Lo recuerdo y lo recordaré siempre vestido completamente de negro, muy elegante y refinado en los modos y de una cultura vastísima. Jamás un grito o un reproche, siempre atento a escuchar a los demás. Ha sido un auténtico príncipe de las artes, un artista completo que reflejó los sueños más hermosos que se pueden tener. Si algo tienen las películas de Bigas es vida de principio a fin. Porque el ser humano era su obsesión por encima de todas las cosas. No se puede ir quien ha vivido tan intensamente y quien ha dado tanto a los demás. Hasta siempre, maestro, y gracias por las cinco semanas y una vida que me regalaste.— Leonardo Brandolini Kujman.