Más sobre las preferentes

No soy iletrado, pero entiendo poco de economía, así que creo representar a muchos miles de personas que han perdido sus ahorros con las preferentes. A mí nadie me dijo en mi banco que se trataba de un producto de riesgo, y mucho menos que podría perder todo el dinero invertido. No considero tener una dosis de avaricia mayor que la del cliente medio al que se le asegura que tal o cual producto es mejor por sus intereses y que carece de riesgos. No leí la letra pequeña y firmé. Simplemente confié en el banco (soy cliente desde hace 34 años) ya que me aseguraron que más adelante podría recuperar mi dinero.

No soy analfabeto integral, ni padezco alzhéimer, por lo cual será difícil que me devuelvan lo que me han quitado: el fruto de varios años de trabajo duro y honrado. Eso sí: he aprendido que en un banco lo mejor es tener dinero solo en cuenta corriente y olvidarse de depósitos y otras zarandajas. Eso es lo que voy a hacer hasta el fin de mis días. Y animo a todos los que han sufrido la estafa de las preferentes a que hagan lo mismo.— Fernando Alonso Villar.