Cazadores de meteoritos
El Meteor Crater (Winslow, Arizona, EE UU), un cráter de impacto de 1.200 metros de diámetro. / WikimediaCada año, miles de rocas procedentes del espacio --fragmentos de cometas y asteroides, aunque también pueden ser trozos de satélites o de planetas desprendidos por impactos de asteroides-- entran en la atmósfera. La mayoría se desintegra, aunque algunos fragmentos logran llegar al suelo. El último, hace unos días, en Rusia. Les seguimos el rastro.
Algunos cuerpos celestes tienen nombre; como Apofis, una roca de 325 metros que pasará muy cerca de nuestro planeta en 2029, 2036 y 2068, o como Melancholia, el hermoso planeta que choca contra la Tierra en la película homónima de Lars Von Trier. A otros, en cambio, se les reconoce solo por un número, o por una secuencia alfanumérica, como DA14, el asteroide de 45 metros y 130.000 toneladas que pasó rozando la Tierra el pasado 15 de febrero.
El meteorito que cayó ese mismo día en la ciudad rusa de Cheliábinsk, en los Urales, cerca de Ekaterimburgo, rompiendo cristales y causando miles de heridos, ni siquiera estaba bautizado. Como tampoco lo estaba el bólido, probablemente un enorme fragmento de hielo procedente del cometa Encke, que explotó el 30 de junio de 1908 en la atmósfera, sobre la región de Tunguska, en Siberia (Rusia), arrasando 2.150 kilómetros cuadrados de bosque boreal. La onda expansiva aplastó los árboles, y rompió ventanas y derribó personas y caballos en un radio de 400 kilómetros. Durante varios días, nubes luminosas cubrieron el cielo nocturno de Europa.
Fotografía de la taiga de Tungusca, arrasada tras la misteriosa explosión del 30 de junio de 1908.
El cráter de Chicxulub, al noroeste de la península mexicana de Yucatán, tiene 180 kilómetros de diámetro. Lo causó un enorme asteroide que chocó contra la Tierra hace 65 millones de años. Se cree que fue el responsable de la extinción masiva de finales del Cretácico, cuando desaparecieron los grandes dinosaurios (se salvaron las aves, que también son dinosaurios).
Recreación artística del impacto del asteroide responsable de la extinción de los dinosaurios. / NASA
Otro cráter, el de la Tierra de Wilkes, descubierto bajo la capa de hielo de la Antártida, se originó hace 250 millones de años; el meteorito que lo causó fue culpable de una catástrofe aún mayor: la de finales del Pérmico, cuando desapareció el 90% de las especies.
El edificio cúbico de la Kaaba, en la mezquita de La Meca (Arabia Saudí), donde se guarda la Piedra Negra, un meteorito venerado desde mucho antes del nacimiento de Mahoma. / Wikimedia
Como objetos celestiales que son, algunos meteoritos han pasado a formar parte de la mitología y la historia de las religiones. Quizás el más famoso, tocado cada año por millones de peregrinos, sea la Piedra Negra de la Kaaba, en la Meca.
Uno de los meteoritos caídos hace 4.000 años en Campo de Cielo, en la región del Chaco, al norte de Argentina. / Wikimedia
Uno de los lugares con mayor concentración de rocas extraterrestres, alguna de hasta 37 toneladas, esCampo de Cielo, una amplia región del norte de Argentina, entre las provincias del Chaco y Santiago del Estero, donde hace entre 4.000 y 6.000 años se produjo una gran lluvia de meteoritos, fragmentos de un asteroide que estalló en la atmósfera. Los aborígenes de la región consideraban sagrado el lugar, y en especial el Mesón de Fierro, un meteorito de más de 15 toneladas, venerado por los nativos wichís y tobas, que hoy se encuentra en paradero desconocido.
El meteorito de Hoba, en Namibia, el mayor de los encontrados hasta ahora. / Wikimedia
Meteorito de Hoba
El mayor meteorito del que se tiene noticia. Pesa 60 toneladas. Permanece en el lugar donde se encontró, cerca de Grootfontein, en Namibia.
El pequeño meteorito ALH 84001, procedente de Marte. / EL PAÍS
ALH 84001
Pequeño meteorito originario de Marte que cayó hace unos 13.000 años en el océano Antártico y fue encontrado entre los hielos en 1984. En el verano de 1996, la NASA anunció el descubrimiento en las grietas de la roca extraterrestre de minúsculas estructuras parecidas a ciertas formas de bacterias filamentosas fósiles, lo que sugería que en el planeta rojo pudo haber existido alguna forma de vida microscópica. Al final, esta idea fue descartada.
El meteorito Holsinger es el mayor de los fragmentos encontrados en Meteor Crater (Arizona, EE UU). / Wikimedia
Meteoritos de Canyon Diablo
Fragmentos del que impactó hace 50.000 años en el desierto de Arizona formando el Meteor Crater (Winslow, Arizona, EE UU), un cráter de impacto de 1.200 metros de diámetro. Desde la prehistoria, los fragmentos dispersos por la zona fueros utilizados por los nativos para fabricar hachas y puntas de lanza.
Ensisheim
El meteorito más antiguo cuya caída puede datarse con certeza: el 7 de noviembre de 1492 enEnsisheim, una localidad de Alsacia (Francia). La criatura pesó 127 kilos. Un fragmento se conserva en el pueblo donde cayó.
Una antigua fotografía del meteorito de Cape York antes de su traslado. Debajo, arpón inuit fabricado con el hierro del este objeto celeste. / Wikimedia
De Cape York o Anhighito
Uno de los mayores meteoritos ferrosos (31 toneladas), caído hace 10.000 años en Groenlandia. Fue descubierto en 1894 por el explorador polar Robert E. Peary cerca de Savissivik , aunque los inuits (esquimales) ya conocían su existencia y desde tiempo inmemorial lo han utilizado para fabricar puntas de arpón. Hoy se encuentra en el American Museum of Natural History (AMNH), en Nueva York.
Fotografías de la expedición al cráter de Gebel Kamil, en Egipto.
Kamil Gebel
En junio de 2008, Vincenzo de Michele, un experto italiano en mineralogía, exploraba el desierto egipcio con Google Earth cuando vio lo que parecía un cráter de impacto de 40 metros de ancho. Junto a Mario di Martino, del Instituto Italiano Nacional de Astrofísica de Turín, organizó una expedición a la zona, cerca de la montaña de Gebel Kamil, en Egipto, donde encontraron más de 5.000 meteoritos de hierro.
Fobos (Miedo), una de las dos Lunas de Marte (la otra, Deimos, significa Terror). / EL PAÍS
De algo menos de un kilo de peso, cayó el 23 de diciembre de 1980 junto a una base soviética en Yemen. Los científicos piensan que procede de la luna marciana Fobos (Miedo, en griego).
Y tú, ¿tienes miedo de que el cielo se desplome sobre tu cabeza, como Asterix? ¿Crees que los asteroides suponen una amenaza real?
En junio de 2008, Vincenzo de Michele, un experto italiano en mineralogía, exploraba el desierto egipcio con Google Earth cuando vio lo que parecía un cráter de impacto de 40 metros de ancho. Junto a Mario di Martino, del Instituto Italiano Nacional de Astrofísica de Turín, organizó una expedición a la zona, cerca de la montaña de Gebel Kamil, en Egipto, donde encontraron más de 5.000 meteoritos de hierro.
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