Nulo espíritu deportivo
Lo que más me indigna respecto a los abucheos con que son recibidos el Rey y el himno nacional en las finales de Copa de fútbol y baloncesto es que ningún alto dirigente de los equipos cuyas aficiones ofenden símbolos nacionales, demostrando un nulo espíritu deportivo y una ingente dosis de mala educación, hayan reprobado su comportamiento públicamente y con contundencia; aunque solo sea para afear su conducta, impropia de la Europa civilizada.
Si lo que sucede es que les parece comprensible que actúen así por tratarse de los símbolos del Estado que está oprimiendo a sus patrias, que sean coherentes ya de una vez, saquen a sus equipos de todas las competiciones que les atufen a españolidad y monten las suyas propias o disputen las francesas, que seguro que los recibirían encantados. Ah, no, que no lo van a hacer; se me olvidaba que la pela es la pela. Aunque para ello tengan que despojarse de la urbanidad y el sentido común del que gustan presumir para dejar salir al pitecántropo que, salvo que se demuestre lo contrario, todo hooligan lleva dentro.— José Antonio Hernández Talens.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.