De gimnasta olímpica a chica Martini

Tal vez el primer recuerdo de una chica Martini sea el de aquella patinadora en bañador que sorteaba coches con una bandeja para servir la famosa bebida en una gris reunión de ejecutivos. Era una jovencísima Nicolette Sheridan, luego actriz y famosa sobre todo por su papel en la serie Mujeres desesperadas. Desde entonces, cada año miles de jovencitas sueñan con convertirse en el icono de la famosa marca de bebidas, protagonizar su campaña publicitaria, y algunas, como en su día Charlize Theron, utilizarlo como trampolín para sus carreras cintematográficas. La primera española en tener ese honor es, sin embargo, mucho más que una modelo con aspiraciones. Bárbara González es una gimnasta, dos veces olímpica.

Aunque la nueva chica Martini dejó la gimnasia tras los Juegos de Pekín, acabó sus estudios de fisioterapia y empezó a hacer sus primeros pinitos como modelo, aún mantiene el contacto con sus entrenadoras y compañeras del equipo español. Dice Sara Bayón, exgimnasta como ella y coreógrafa del conjunto español que acabó cuarto en Londres 2012, que el martes, poco después de conocer la noticia, Bárbara González se pasó por el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde se entrena el conjunto español. “Estaba emocionada”, recuerda; “y nosotras también porque hemos seguido todo el proceso”.

El proceso ha sido una criba entre 3.500 candidatas de 23 países diferentes. La pamplonesa, que tiene 27 años y un par de campañas publicitarias como experiencia, las superó a todas. “Se veía venir; en el conjunto de Pekín todas eran muy altas y Bárbara, que físicamente está prácticamente igual, llamaba la atención porque además es muy abierta”, asegura Bayón. No es la única que ha intentado el salto del tapiz a la pasarela. Su hermana y otra de las gimnastas de aquel conjunto, también. Bayón lo resume así: “Tienen el cuerpo, la elegancia de movimientos y el carácter. Bárbara sabe lo que es trabajar duro con un objetivo claro. Estar en dos Juegos Olímpicos no es tan fácil”.