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Los reyes del ‘kitsch’ se quedan sin su Versalles

La crisis paraliza la mansión faraónica de un magnate y su exreina de belleza

Jackie y David Siegel, protagonistas del documental 'La reina de Versalles'.
Jackie y David Siegel, protagonistas del documental 'La reina de Versalles'.DAVID MANNING (REUTERS)

“Si no tienen pan, que coman pastel”. Esa frase, que incendió los ánimos en la Revolución Francesa, se le atribuyó, muchos creen que falsamente, a María Antonieta, en un supuesto arrebato de indolencia suprema ante los males que asolaban a su pueblo. A la María Antonieta de verdad la guillotinó el pueblo. La María Antonieta actual, norteamericana y exreina de belleza coronada, sufre con el pueblo. En la era moderna, las desgracias no se ceban sólo con la plebe. Y donde antes hubo hambre e ira contra el Ancient Régime, ahora hay una crisis financiera y de crédito que ha dejado el sueño de Versalles a medio construir. Literalmente.Hubo un día en que David y Jackie Siegel soñaron con construir la casa más grande de América. Sería colosal. De 8.300 metros cuadrados, tendría 13 dormitorios, con una suite real de 550 metros cuadrados. Además, contaría con 10 cocinas —-una de ellas sólo para preparar sushi—, tres piscinas y dos cines, uno de ellos diseñado a imitación de la Ópera de París. El nombre: Versalles. La localización: Orlando, Florida. La inspiración: más bien el casino París, de Las Vegas, que el Versalles real, en Francia. La construcción comenzó en 2003. Sus inquilinos: reyes del negocio hostelero con un imperio que estaba a punto de languidecer.

Jackie Siegel nació hace 46 años en Binghamton, una pequeña localidad de Nueva York. De clase media, trabajó duro para licenciarse en ingeniería informática. Encontró trabajo en IBM y su sueño era comprar una casa de 100.000 dólares (78.000 euros), que tuviera más de un servicio. Compartir baño con sus hermanos le había mortificado durante su infancia. Pronto, sin embargo, se dio cuenta de que sus aspiraciones de la clase media se le quedaban pequeñas

Se reinventó como modelo, y tuvo un relativo éxito en Manhattan, antes de hacer pases en Florida. En 1993, la reina tuvo su primera corona: Miss Florida. Fue entonces cuando conoció a David Siegel, en una fiesta organizada por un amigo común. A ambos, separados por 31 años de edad, les cambió la vida señor Siegel era un magnate inmobiliario, que había erigido el imperio Westgate Resorts, que ofrece residencias vacacionales en multipropiedad. Los clientes compran sólo el derecho a pasar en ellas semanas o meses. Según diría Jackie en la revista Orlando Magazine en 2009, a partir de entonces las dos aficiones del magnate serían dos: el trabajo y el sexo, con Jackie. “Su viagra soy yo”, dijo.

Jackie es la tercera esposa de David. Ella se ha casado dos veces. Se unieron en matrimonio a finales del año 2000. Han tenido siete niños. Adoptaron, además, a una sobrina. Su familia crecía y crecía. La casa familiar, de 2.500 metros cuadrados, se quedó algo pequeña. Y así idearon Versalles. Compraron el terreno. Diseñaron los planos. Comenzaron la construcción. Y la revolución, en forma de burbuja inmobiliaria, estalló. En 2008, la revista Forbes declaró, lapidaria: “David Siegel ya no es multimillonario”. Los ingresos se redujeron. Los intereses de los préstamos aumentaron. El palacio se convirtió en una casa fantasma. Versalles es hoy un caparazón de hormigón, olvidado a ocho kilómetros de Disney World, en el centro de Florida. Es un esqueleto de columnas con tejados de color pizarra, a la parisina.

Interior de la mansión Versalles a medio construir.
Interior de la mansión Versalles a medio construir.DAVID MANNING (REUTERS)

Está a la venta. Oficialmente, cuesta 60 millones de euros. O 78 millones si el cliente “lo quiere acabado, imitando el Palacio Real de Luís XIV en el siglo XVII”, según dice la agente inmobiliaria en su página web. En el vecindario se dice que se podría conseguir por 50 millones de euros sin acabar y unos 70 millones finalizado. De momento, en el garaje, con espacio para 20 coches, se hallan los ornamentos versallescos, todos en cajas. El aire es el de una falla valenciana, a medio montar.

Sobre la construcción de la versión de cartón piedra de Versalles, la cineasta Lauren Greenfield ha estrenado en EE UU el documental La reina de Versalles, que ha recibido muy buenas críticas. El matrimonio Siegel le permitió un acceso casi total a su familia, y a sus momentos íntimos. Ahora, David ha demandado a la directora, por supuestas calumnias, pero Jackie ha participado en la promoción del documental. Así son las parejas reales de América, pueden disentir en sus opiniones. Y es que ahora Jackie quiere su propio programa en televisión, y la nobleza obliga.

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