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OBITUARIO

Belén Ordóñez, una vida marcada por Carmina

La hija del torero Antonio Ordóñez y hermana de Carmina padecía un enfisema pulmonar crónico

Belén Ordóñez, en una imagen de 2009.
Belén Ordóñez, en una imagen de 2009.Manuel H. de León (EFE)

Con 56 años falleció ayer en una clínica de Madrid Belén Ordóñez, hija del torero Antonio Ordóñez hermana de la mediática Carmina, la tía de los toreros Francisco y Cayetano Rivera, hijos de Paquirri. Nacida el 29 de junio de 1956, la fama, los escándalos y el papel cuché rodearon siempre la vida de esta hija y nieta de grandes toreros. Los médicos del hospital Puerta de Hierro confirmaron ayer su muerte a causa del enfisema pulmonar que padecía y que agravó su estado hace algunos meses.

Ya hacía tiempo que quedaban demasiado lejos para ella aquellos años de feliz infancia en la finca familiar de Ronda, donde de niña se codeaba con Ernest Hemingway, a quien llamaba tío Ernesto, o con el gran cineasta Orson Welles. Mucho más discreta y menos dada a ponerse ante los focos y flases que su hermana mayor, la muerte de Carmina, un cáncer y varias depresiones marcaron los últimos años de su vida. Desde que en 2004 falleciera su mitad, como Belén se refirió a su hermana en su libro de memorias Recuerdos, publicado en 2006, comenzó un peregrinaje incansable a diversos hospitales. Y a pesar de que pudo sobreponerse al cáncer linfático que le diagnosticaron hace siete años gracias a un tratamiento al que se sometió en Houston (EE UU), el enfisema pulmonar crónico que sufría acabó por quitarle la vida.

Hace pocos días, Ordóñez dio sus últimas declaraciones a un programa de Telecinco a propósito de la celebración de su cumpleaños. “Cumplo 56 años y gracias a Dios los cumplo”, dijo desde las puertas de su casa de Sevilla, con oxígeno y en una silla de ruedas. “Esto es una cosa que no va a mejorar mucho más porque es crónico, pero me siento un poco mejor. Tengo que tener paciencia”.

Además de su hija Belén, sus sobrinos Cayetano y Francisco Rivera eran su familia más cercana, y quienes más se desvivieron por cuidarla.

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