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Un ‘enchufe’ que pudo costar caro

La veterana periodista Barbara Walters pide perdón por intentar lograr un contrato en EE UU para una ayudante del dictador sirio Bachar el Asad

Yolanda Monge
Bashar el Asad con Barbara Walters.
Bashar el Asad con Barbara Walters.ROB WALLACE (GETTY IMAGES)

A sus 82 años y con un bagaje más que probado de profesionalidad a sus espaldas, la decana del periodismo estadounidense Barbara Walters ha tenido que pedir disculpas. ¿Motivo? Intentar lograr un puesto de trabajo para Sheherazad Jaafari, la joven ayudante de prensa del presidente de Siria Bachar el Asad, que la ayudó a conseguir una entrevista en exclusiva con el dictador sirio. Durante la grabación del encuentro, que emitió la cadena estadounidense ABC en diciembre pasado, Walters presionó al dictador con varias preguntas sobre la tortura y el asesinato que estaba sufriendo su pueblo —incluidos niños— bajo su puño de hierro.

Asad negó la acusaciones en todo momento. Pero sin duda se sintió incómodo, sobre todo porque su ayudante, la hoy joven sin trabajo Jaafari, le había asegurado para convencerle de que aceptara ser entrevistado que “la psicología americana era muy fácil de manipular”, según se lee en una serie de correos electrónicos que ha filtrado supuestamente un grupo de la oposición siria y que logra interceptar comunicaciones oficiales del régimen de Asad y que ahora están en poder del diario británico Daily Telegraph. Asad despidió casi fulminantemente a Jaafari después de que la entrevista se emitiese y pocas semanas después, la joven, de 22 años, comía en un hotel del Upper West Side de Manhattan con Walters.

 “Me ofrecí para hablar de ella a algunos contactos en otros medios y en el mundo académico, a pesar de lo cual no ha obtenido ningún trabajo ni una plaza en la universidad”, dice Walters en un comunicado emitido el pasado martes. “En retrospectiva, me he dado cuenta de que esto ha supuesto un problema y lo lamento”, finaliza la veterana reportera e la nota.

En los correos, Jaafari se refiere cariñosamente a Walters como su “madre adoptiva” y la periodista —creadora del programa The View- le llama “querida niña” y firma sus correos con “abrazos, Barbara”. La relación entre ambas se hizo más cercana tras la entrevista y Walters no tuvo inconveniente en recomendar a Jaafari, hija del embajador sirio ante Naciones Unidas, cuando esta se trasladó a vivir a Estados Unidos después del cese por parte de Asad.

“Le dije que yo no podía contratarla porque suponía un serio conflicto de intereses”, asegura Walters en los correos. Sin embargo, se ofreció para ayudarla en otras cadenas y contactó con Jonathan Wald, un productor amigo de la cadena CNN que trabaja en el programa del británico Piers Morgan —el que fuera editor del fenecido diario de Rupert Murdoch News of the World—. “Escribí a Piers Morgan y a su productor para decir lo buena que era y les adjunté su currículum”, explica Walters. Desde CNN han confirmado haber recibido una carta pero aseguran que nunca hablaron con la joven ni por supuesto la contrataron.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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