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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cameron en apuros

La imputación de su exjefe de prensa por el caso de las escuchas de 'News of the World' pone de relieve la perversa relación entre Murdoch y la política británica

SOLEDAD CALÉS

El escándalo de las escuchas ilegales del diario sensacionalista News of the World y sus ramificaciones cercan cada vez más al primer ministro británico David Cameron. Su ministro de Cultura, Jeremy Hunt, tuvo que comparecer ayer ante la comisión de Ética del Parlamento para explicar sus contactos con Rupert Murdoch en el momento en el que el Gobierno debía autorizar la venta de la cadena de televisión Sky News, a la que el magnate optaba.

El pasado miércoles, el que fuera su jefe de Comunicación, Andy Coulson, fue imputado por un delito de perjurio en relación a las escuchas ilegales. El caso News of the World persigue a Cameron desde que estalló el escándalo en julio de 2011 al saberse que el diario sensacionalista había intervenido en 2002 el teléfono móvil de una niña que había sido secuestrada y asesinada. Coulson era entonces director adjunto del diario y más tarde sustituyó como director a la agresiva Rebekah Brooks, ahora también imputada, cuando esta fue nombrada consejera delegada del grupo Murdoch en Reino Unido. Durante casi diez años, el diario practicó escuchas ilegales a miles de políticos y celebrities, incluidos los miembros de la familia real.

C oulson tuvo que dimitir como director en 2007 cuando el reportero estrella Clive Goodman fue condenado por algunas de esas escuchas, pero entonces sostuvo que él no sabía nada y que todo era cosa de una manzana podrida. No debió calibrar bien el primer ministro la gran podredumbre que había debajo del iceberg que entonces emergía, porque poco después nombró a Coulson jefe de Comunicación, primero del Partido y después del Gobierno. Al estallar el escándalo, Coulson tuvo que dimitir de ese cargo y unos meses después fue detenido.

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Ahora ha sido imputado de nuevo por haber mentido en un juicio celebrado en Glasgow sobre una de las ramificaciones del caso. El ignominioso episodio de periodismo amarillo ha puesto de manifesto que la corrupción informativa y la corrupción política tienen vasos comunicantes. Las prácticas corruptas duraron tanto tiempo, implicaron a tanta gente y tantos miraron hacia otro lado que ahora sus secuelas reaparecen por donde menos se espera como los tentáculos de un pulpo. Uno de ellos rodea el cuello de Cameron.

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