De calle, con los suyos

“La verdad no habita en una sola casa”, dice un proverbio africano. Algo de verdad debe tener la afirmación de Esperanza Aguirre de que “los sindicatos son la correa de transmisión de la fracasada izquierda”. Porque recuerda mucho a la de que “la derecha es la correa de transmisión de la fracasada jerarquía católica” que, ahora que los españoles la sitúan en las encuestas como la menos valorada de las instituciones y ya ni un cuarto de la población cree en el infierno, recurre a la derecha política para que, en la calle y con leyes, imponga las normas de las que ya casi nadie hace caso.

Ayer mismo, su prohibición de los anticonceptivos y el divorcio; hoy, perdidas aquellas batallas, las bodas gais o el aborto; para no hablar del mantenimiento, en plena crisis, de sus “sagrados” privilegios económicos, a costa de impuestos pagados por todos los españoles, ya que no consigue que ni sus fieles sigan subvencionando a dirigentes que les mandan desde palacios.

De ahí que sea lógico que los sindicatos vayan “de calle” con el PSOE, como los obispos con el PP: cada oveja, con su pareja.— Fermín Espinosa Romero.